Los rectores de las Universidades de Burgos, Alfonso Murillo, y de Alcalá, Fernando Galván, presentarán el miércoles el Máster Universitario Oficial en Evolución Humana que se impartirá el curso 2011-2012 como una oferta académica configurada en estrecha relación con el proyecto científico de Atapuerca y las instituciones que participan en él, la Universidad de Burgos, el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), el Centro Mixto UCM-ISC-III sobre Evolución y Comportamiento Humano de Madrid y las Universidades Complutense de Madrid, del País Vasco y Alcalá.

En la presentación intervendrán además Juan Luis Arsuaga Ferreras, coordinador del Máster, y Manuel Pérez Mateos, vicerrector de Ordenación Académica y Espacio Europeo de la UBU.

Este Máster girará en torno a tres conceptos principales, la geología y la paleontología de los yacimientos prehistóricos y de su ambiente paleoclimático, paleoecológico, sedimentario y fisiográfico, incluyendo también contenidos de zooarqueología y tecnología; su carácter esencialmente práctico, centrado en el trabajo en los laboratorios, salas de disección, aulas de informática y actividades de campo; y su vocación internacional y multilingüe, ya que los estudiantes serán atendidos de forma personalizada en español, inglés o francés.

Como pone de manifiesto la información de la Universidad de Burgos recogida por DiCYT, los humanos estamos fascinados por nosotros mismos como centro de la evolución y final inevitable de la misma. Sin embargo, la biología evolutiva no ve el origen de ninguna especie (incluida la nuestra) como algo inevitable, sino como resultado de una larga serie de eventos, encadenados entre sí, impredecible y única. Entender los procesos y las causas que han modelado la evolución humana es clave para entender nuestro comportamiento.

La formación investigadora y la producción científica son dos pilares básicos de una sociedad avanzada y la demanda de formación especializada por parte de la sociedad es cada vez más intensa y necesaria. La creación del CENIEH y el Museo de la Evolución Humana en Burgos así como la declaración de los yacimientos de Atapuerca como Patrimonio de la Humanidad, son una buena prueba del interés académico, científico y social que tiene la Evolución Humana para la sociedad actual.