Instalaban dispositivos de skimming en los cajeros automáticos, copiaban los datos de las tarjetas y posteriormente enviaban los datos a otros integrantes de la banda para su falsificación y uso
Los equipos para copiar las bandas magnéticas que después instalaban en los diferentes países en los que actuaban eran fabricados en Rumanía, país donde se remitía el dinero obtenido de forma fraudulenta que era invertido por los delincuentes en actividades legales para blanquearlo
La investigación ha sido coordinada por las autoridades rumanas y en ella han participado la Policía Nacional junto con agentes de Portugal, Francia, Alemania, Reino Unido, Suiza, Australia, Finlandia, Países Bajos, EEUU y EUROPOL
Madrid.- Una amplia investigación internacional, desarrollada en España por la Policía Nacional, ha permitido desmantelar un complejo entramado especializado en la clonación de tarjetas bancarias que operaba a nivel mundial. En el operativo, coordinado por las autoridades rumanas, además de la Policía española han participado agentes de Portugal, Francia, Alemania, Reino Unido, Suiza, Australia, Finlandia, Países Bajos, EEUU y Europol, y ha culminado con la detención en Rumanía de 65 miembros de siete grupos organizados. Éstos, a pesar de operar de modo independiente, se encontraban relacionados entre sí a través de sus principales responsables. Instalaban dispositivos de skimming en los cajeros automáticos, copiaban los datos de las tarjetas y posteriormente enviaban los datos a otros integrantes de la banda para su falsificación y uso. Los equipos para copiar las bandas magnéticas que después instalaban en los diferentes países en los que actuaban eran fabricados en Rumanía, país donde se remitía el dinero obtenido de forma fraudulenta que era invertido por los delincuentes en actividades legales para blanquearlo. La fase operativa se ha desarrollado en Rumanía, país de procedencia de los arrestados, para evitar la huida de los cabecillas de la trama.
35 miembros del grupo detectados en España
El inicio de las primeras pesquisas en España comenzó en octubre del pasado año tras recibir varias informaciones en las que se alertaba de las actividades de los miembros de este entramado delictivo que operaban en nuestro país. Las pesquisas de los investigadores españoles permitieron identificar a un grupo de expertos clonadores de tarjetas bancarias –formado por 35 personas-, así como establecer sus conexiones con otros grupos dedicados a la misma actividad delictiva que operaban en el extranjero.
En el transcurso de la investigación se ha podido constatar que en Europa había una red criminal muy amplia y perfectamente estructurada, la cual estaba integrada por siete grupos asentados en distintos países. Los miembros de la banda tenían una gran movilidad para evitar ser detectados, llegando incluso a desplazar a sus integrantes a países de Sudamérica donde contaban igualmente con contactos.
Instrucciones comunes
Los integrantes de la red tenían un elevado grado de conocimientos técnicos tanto para la fabricación de dispositivos de clonación de tarjetas como para su instalación en cajeros automáticos o datáfonos.
La red criminal tenía conexiones y comunicaciones a través de los líderes de los distintos grupos organizados y tenían una pautas de actuación comunes a la hora de delinquir. Coordinaban la fabricación de los dispositivos de skimming y su instalación en los cajeros de distintos países de Europa y América. Las numeraciones de las tarjetas bancarias copiadas eran distribuidas entre personas de confianza que se encontraban en los distintos países que actuaban.
En un segundo escalón del entramado estaban los encargados de falsificar las tarjetas así como de su empleo fraudulento en comercios por parte de los "pasadores", que eran los encargados de utilizar estas tarjetas fraudulentas en los distintos comercios. Finalmente, el dinero en efectivo fruto de sus actividades ilícitas era reenviado a Rumania, ocultándolo por diversos medios para que no fuese detectado, y recibido por personas intermedias para dificultar la identificación de sus verdaderos destinatarios.
La abundante información aportada por los investigadores españoles referida a las actividades desarrolladas en nuestro país por los miembros de este entramado, junto con los datos obtenidos por el resto de cuerpos policiales implicados, propició la detención en Rumanía de 65 personas, de las que 23 ingresaron en prisión. En este país se realizaron además 85 registros, dos en Alemania y otros 5 en Reino Unido, en los que se han intervenido 40 discos duros, 52 ordenadores portátiles, 11móviles, 87 tarjetas bancarias, gran cantidad de joyas y 7 vehículos de gama alta, entre otros efectos.