Francisco Bastida, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, compareció esta mañana en la Comisión de Reforma Electoral en la Junta General a petición de Izquierda Unida, para exponer cuáles son los puntos a su juicio más importantes en el debate: el problema de la proporcionalidad, la territorialidad o circunscripciones y la cercanía de los candidatos a los ciudadanos. Bastida sostuvo que la cuestión fundamental es la proporcionalidad, porque, a su juicio, por muchos sistemas electorales que se expongan, si los partidos que ahora están sobrerrepresentados no renuncian a ella, “cualquier sistema electoral les parecerá malo y, por tanto, puede ser un ejercicio inútil”. El catedrático situó la clave en saber si los partidos que están sobrerrepresentados están dispuestos a cambiarlo.

El catedrático aseguró que el mejor método es cualquiera que traslade los votos en escaños y que lo haga de manera proporcional. Si es que no se quieren hacer grandes cambios, explicó, la propuesta es mantener las tres circunscripciones pero haciendo un reparto inicial de 35 diputados, en lugar de los 45, y reservar 10 para atribuirlos posteriormente a aquellos cocientes mayores que no se han utilizado en las circunscripciones, es decir, que habría una circunscripción virtual de 10 diputados y se asignarían a aquellos que no se vieran favorecidos en el reparto anterior. “Con este sistema se daría una proporcionalidad tan exacta como si hubiera una circunscripción única, que es lo que se asemejaría más a una proporcionalidad perfecta”, dijo en la Junta General. Con este método y tomando los resultados de las votaciones de 2012, los escaños serían 15 diputados para el PSOE, 12 para Foro Asturias, 10 para el PP, 6 para IU, y 2 para Upyd.

Sobre la división en circunscripciones, Bastida aseguró que “puede haber una o tres”, lo importante es que si hay tres es que realmente respondan a la representación territorial, cuestión que ahora no sucede y puso como ejemplo que un candidato puede presentarse por Oriente sin haber vivido en Oriente y sin estar empadronado en Oriente y lo mismo pasa en Occidente y en Centro. A su juicio las circunscripciones actualmente no cumplen una función de presentación territorial sino de favorecer el bipartidismo o de favorecer la no proporcionalidad. “Se podrían mantener esas tres o hacer más, pero siempre y cuando, su establecimiento fuese para realmente representar a territorios o a ciudadanos de esos territorios y no simplemente para ser una piedra en el camino de la proporcionalidad”, advirtió.

El catedrático consideró que el número actual de diputados, 45, es ajustado y recordó que hay otros parlamentos que son más numerosos y tienen menos población. “Ese no es el problema y tampoco se puede plantear que por austeridad se reduzcan más diputados, ¿por qué dejarlo en 35?, o plantear la reforma del Estatuto; sino dejemos la Junta de portavoces y que sean ellos los que decidan. No creo que ese sea el problema”, concluyó.