Este hongo provoca inicialmente la aparición de manchas en las hojas adultas que reducen la capacidad fotosintética de las plantas
Su efecto más negativo se produce al afectar la inflorescencia, lo que provoca su depreciación
La Consejería de Agricultura y Agua, a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), investiga la incidencia de la Alternaria en el cultivo del bróculi. Se trata de una enfermedad criptogámica (causada por un hongo) que reduce la respuesta agronómica de la planta, al infectar tanto los órganos de asimilación, las hojas, como aquellos por los que se cultiva, las inflorescencias.
El director del IMIDA, Adrián Martínez, destacó la importancia de este proyecto, en el que colabora la empresa Agroseguro, ya que, dijo, “la Alternaria no se encuentra en el suelo como tal, sino en algunos restos orgánicos introducidos por la gestión de los propios agricultores y en el ámbito del ecosistema de cultivo”. En concreto, añadió, “se puede desarrollar ampliamente si se ve favorecido por ciertas condiciones ambientales y las prácticas culturales y tecnología empleadas”.
Asimismo apuntó que “puede darse el caso de que se recolecte el bróculi aparentemente comercializable y que cuando llegue a los mercados de destino, tras varios días, el hongo haya evolucionado en la inflorescencia y están presentes podredumbres”.
Según Josefa López, investigadora del IMIDA, la Alternaria se manifiesta con la aparición de manchas redondeadas en las hojas adultas de la planta. Ello reduce la asimilación fotosintética foliar, lo que se traduce en una menor aportación de asimilados. Su efecto más negativo se produce al afectar la inflorescencia, lo que provoca su depreciación.
El IMIDA está estudiando las técnicas de cultivo aplicadas en el Noroeste de la Región, que son similares a las de comunidades vecinas, como Castilla-La Mancha, en las que se emplea el riego por aspersión en este y otros cultivos. También estudia la naturaleza de los suelos explotados y su capacidad de retención de agua, así como su dosificación, para constatar las repercusiones del empleo de este tipo de riego en la potencialidad de aparición del hongo, en relación a las posibles ventajas que puede presentar el riego localizado por goteo.
El estudio se amplía con el análisis de las ventajas que conllevaría hacer un seguimiento más estricto de ciertas prácticas agronómicas relacionadas con el diseño del cultivo y la distribución de las plantas, ya que, según Josefa López, factores como la densidad de plantación, orientación de líneas de cultivo, plantación en llano o en caballón, intervienen directamente en la aireación y el descenso de la humedad relativa ambiental. Además, se recomienda una mejor gestión de los residuos vegetales para evitar que puedan ser hospedantes del hongo.