Ignacio Sánchez-Vicente
asturiasmundial
"Tememos por su vida, más cada día que pasa sin que nadie reconozca saber de su paradero". Es el temor expresado por el círculo familiar de Awad Talodi, un ciudadano español, de la etnia nuba, de 50 años de edad que se disponía a salir de Jartum en un avión con destino a Madrid, hace cinco días, y que, presumiblemente, habría sido detenido por agentes gubernamentales, encontrándose desde entonces en paradero desnocido. Su mujer, Paloma, mantiene contacto regular con la embajada de España en la capital sudanesa, pero hasta el momento lo único que sabe es que las autoridades de Sudán afirman desconocer el paradero de Awat o símplemente no contestan a los requerimientos consulares. Este domingo asturiasmundial habló con el entorno de Awad, confirmando que aún no hay noticias ni pistas de su situación, acentuándose las sospechas de una "detención oscura".
Desde Asturias
El caso también se sigue con gran peocupación desde Asturias, ya que Awad mantiene vínculos con el Principado gracias a su amistad con Antonio Cores y su hijo Iván Cores, a quienes conoció con motivo de una exposición de Antonio sobre los Nuba, en Madrid hará unos 8 años. Antonio y su familia vivieron varios años plenamente integrados con las tribus nubas, residiendo en la zona montañosa de la que es originario Awad, nacido en Diling, circunstancia que llevó a éste a establecer contacto con los asturianos, encuentro que derivó en fuertes lazos de amistad, los mismos que este sábado hacían a Cores, mientras hablaba con asturiasmundial, mostrarse muy pesimista respecto a las posibilidades de un desenlace positivo de la desaparición de Awad. El propio Antonio mantiene contacto con un funcionario de Exteriores, a fin de "mover las cosas en lo que se pueda".
El horror de las cárceles africanas
Antonio Cores, que vivió personalmente la experiencia de estar encarcelado en Jartum por policías gubernamentales que lo acusaban de infringir la ley islámica por hacer fotografías a los nubas. aunque fue rescatado a tiempo por un amigo sudanés, a la sazón alto funcionario del ministerio del Interior, recuerda los gritos y las torturas que escuchaba a su lado y con los que lo amenazaban. "Tengo miedo por Awad; sé de lo que es capaz esa gente".
Y es que la vida de Awad supera ampliamente cualquier argumentario de ficción, y recientemente había sido nombrado mediador, o una figura similar, en el proceso de referendo para la segregación de las montañas Nuba, única zona de riqueza que le quedaba a Sudán del Norte y que mayoritariamente votó por integrarse en Sudán del Sur, por lo que podría ser duramente represaliado, pese a su nacionalidad española.
Awad tenía siete años cuando en sus montañas del norte unos misioneros combionianos descubrieron su gran inteligencia y talentos naturales. El pequeño sumaba hileras y columnas de números como si de un número circense se tratara. Lo enviaron a la universidad más cercana, Costi, de donde lo remitieron a la de Jartum y de allí a China. Cuando volvió, a los 23 años de edad, era piloto de cazas a reacción, brillante matemático, especialista en radares y experto en varias ingenierías- Un auténtico 'lusus naturum'.
Awad, en el centro, en el Museo de Bellas Artes, en la inauguración de una exposición de Antonio Cores sobre Picaso.
Estalla entonces otro de los muchos conflictos internos en el Sudán de los últimos años, y Awad es enrolado como piloto. De un bombardero. En una de las expediciones que le ordenan hacer, descubre que está a punto de bombardear ¡su propio pueblo natal! Sufre un fuerte impacto sicológico y vuelve a la base aérea furioso, tomando algunas determinaciones que acabaron con su prisión. No obstante, Awad consigue escapar al desierto cercano, enterrándose en la arena hasta que los perseguidores se alejan, y así, con ese procedimiento camina días y kilómetros hasta llegar al Chad. Allí lo vuelven a detener, pensandeo que es un espía chino --dos de cuyos dialectos habla correctamente--, pero una doctora de Médicos sin Fronteras lo ayuda a librarse de la condena tras lo que parte hacia Libia. tras muchas peripecias embarca hacia Europa y consigue llegar a Madrid, donde trabaja de cuidador para un jeque árabe que no le paga, hasta que, muerto de hambre, consigue un trabajo de electricista en el aeropuerto de Barajas.
Es entonces cuando conoce a los Cores y, animados por idénticos sentimientos de cariño hacia la cultura Nuba y sus gentes, hoy diezmados por la islamización y destrozada y erradicada su cultura ancestral por los mismos bárbaros extremistas, deciden ayudar a los que aún quedan, recaudando fondos para un hospitalillo, especialmente importante para niños y ancianos. El hospitalillo, para cuya construcción hubo que llevar los fondos con identidad falsa y no pocas zozobras, prestó un gran servicio estos últimos años. Pero, Awad, de nuevo en Sudán con el ánimo de llevar fondos para una potabilizadora para su pueblo natal, llamó hace unas semanas para avisar, con gran tristeza en su voz, de que el hospital había sido bombardeado por los hostigantes del norte.
Familiares y amigos se preguntan sombrios si se habrá acabado la vida de película de Awad, y piden a las autodidades españolas y a la embajada en Jartum que presionen a las autoridades sudanesas a fin de "evitar el peor desenlace".
asturiasmundial seguirá informando de este caso. Ayuda a Awad. retiwtea este post.
FOTO: Antonio e Iván Cores durante el encuentro con asturiasmundial
6 comentarios
# Manuel Responder
02/07/2011 18:27Magnífico testimonio, esperemos que la gente se movilice para que las autoridades españolas intervengan
# Francisco Responder
02/07/2011 18:28Confiemos en que se pueda salvar Awad Talodi
# Jose Responder
02/07/2011 19:32Ya de una vez que la ministra de asuntos exteriores tome carta en el asunto y pronto lo tengamos con nosostros.
# Juan Responder
03/07/2011 20:53Esperemos que todo salga bien y pueda volver Awad, y las autoridades Españolas sepan defender a un compatriota.
# Pásalo Responder
03/07/2011 22:18Parece ser que queda poco de las tribus Nuba, pero sin la participación internacianal, en breve, no quedará nada. Que pérdida irreparable. Lo único que se me ocurre es divulgar la situación todo lo que se pueda. Ayuda para Awad. Pásalo
# manuela Responder
07/07/2011 00:50Ya es hora de que la sociedad se movilize ante estos hechos y ahora lo más urgente que ayuden a Awad a salir de allí