La negociación para el acuerdo marco comienza con posiciones muy distantes
La primera reunión para negociar el acuerdo marco de ArcelorMittal no podía comenzar con unas posiciones más distanciadas. A la ya conocida propuesta de la empresa para rebajar salarios y aumentar la jornada laboral, los sindicatos respondieron ayer con una batería de reivindicaciones que van desde subidas salariales a la reducción de horas de trabajo mediante la implantación de una jornada laboral de 35 horas. Tras la entrega de la plataforma con las propuestas sindicales, el grueso de la negociación arrancará hoy en medio de planteamientos antagónicos.
Los sindicatos dieron a conocer el martes sus propuestas para negociar el nuevo acuerdo y mostraron su interés por iniciar cuanto antes una negociación que pueda acercar las posiciones iniciales. Piden una subida salarial del 2% para el periodo que dure el nuevo convenio, con el compromiso de igualar la subida al IPC en el caso de que los precios superen este porcentaje. A esta subida habría que añadirle también un 0,9% de aumento salarial en el caso de que se produzcan acuerdos sobre los contratos relevo. En lo que se refiere a la jornada laboral, los trabajadores mantienen la antigua reivindicación de lograr la jornada laboral de 35 horas semanales, distante de la jornada actual, que se sitúa entre las 36 y las 40 horas y en el extremo contrario de la propuesta de la empresa de aumentar la jornada en 12 días al año. La vigencia del convenio, que la empresa quiere establecer en tres años, quedará, según los sindicatos a expensas de las condiciones del acuerdo que si consideran que es bueno lo plantearán para un periodo de hasta cuatro años y en el caso contrario propondrán que sea para un solo ejercicio.
Los sindicatos propusieron también a la empresa que se comprometa en el acuerdo marco a garantizar la actividad en las factorías españolas mediante la ejecución de las inversiones necesarias para que se mantenga la producción. ArcelorMittal evaluó la caída del acero en Europa en el 25 % sobre la producción de 2007 y propuso a los sindicatos la necesidad de afrontar un ajuste laboral en ese mismo porcentaje. La compañía no presentó ayer a los sindicatos sus propuestas, pero los representantes de los trabajadores estiman que el gigante del acero no se va a mover fácilmente de sus posiciones iniciales. A principios del pasado mes, el gigante del acero planteó a los sindicatos una rebaja sobre los salarios del 10% para los próximos tres años, así como congelaciones del salario y del complemento de antigüedad.
La propuesta que levantó más oposición, sin embargo, fue la de aumentar la jornada laboral en el equivalente a doce días al año, algo a lo que los sindicatos se oponen. El planteamiento de la empresa y el anuncio de que si los sindicatos no aceptaban las propuestas acudiría a un descuelgue del actual acuerdo marco conforme a los establecido en la nueva legislación laboral salida de la reforma, llevaron a los sindicatos a la convocatoria de dos días de huelga. Tras la primera jornada de paro, la empresa dio un paso atrás y aceptó la negociación del acuerdo marco sin la amenaza del descuelgue. Ayer tuvo lugar el primer encuentro para la negociación del nuevo acuerdo marco pero consistió solo en la entrega de la plataforma por parte de los sindicatos y la advertencia de la empresa de que ambas partes tienen que hacer un importante esfuerzo para llegar a acuerdos lo antes posible. Previamente, los sindicatos habían celebrado reuniones para consensuar la plataforma del acuerdo marco. También se procedió a establecer un calendario de reuniones que tendrán su continuidad hoy, se interrumpirán el jueves y se reanudarán el próximo viernes.
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