La Agencia oficial norcoreana prosigue una escalada de amenazas sin precedentes en ningún país de la comunidad de naciones incluso en momentos precedentes a una auténtica situación de guerra ya declarada. Pyonyang, que esta semana cortó todas las comunicaciones, incluso la línea directa militar, con su vecina del sur, ha alcanzado ya un nivel de amenaza y preparativos que comienzan a preocupar incluso a su único socio, China, quien ayer llamaba a rebajar la tensión, siendo lo cierto que por el momento es únicamente la dictadura familiar comunista la que eleva esa tensión. Una explicación a esta absurda, pero peligrosa, situación podría ser que Corea del Norte se viese de nuevo en una hambruna como la que acabó hace una década con varios millones de nacionales, niños, mujeres y ancianos en su mayoría, lo que llevaría al régimen a una maniobra de 'despiste' tan peligrosa como ésta.