Luego de que tres países bloquearan anoche la posibilidad de aprobar por consenso un Tratado sobre el Comercio de armas, Costa Rica y otros nueve países lograron abrir la vía para que su texto sea conocido y votado en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El texto, negociado durante nueve días por la Conferencia Final de las Naciones Unidas sobre el Tratado de Comercio de Armas, celebrada en Nueva York, introduce importantes avances para regular el comercio internacional de armas convencionales y municiones.
Las expectativas, al comienzo de la tarde de ayer, eran que su texto se lograría adoptar por consenso, como establece la resolución que convocó a la Conferencia. Sin embargo, esa posibilidad fue bloqueada por las delegaciones de Irán, Siria y Corea del Norte.
Ante esto Australia, Costa Rica, Finlandia, Japón, Kenia, México, Nueva Zelandia, Nigeria, Noruega y los Estados Unidos reaccionaron de inmediato, y anunciaron el envío de una carta al Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, solicitándole que ponga a votación el tratado en el seno de la Asamblea General. Esto permitirá que se pueda adoptar por mayoría, que con toda certeza será muy amplia.
La carta ya fue redactada, lo mismo que una resolución que contiene dos puntos centrales: la adopción del Tratado, tal como fue distribuido por el Presidente de la Conferencia, y su apertura para firmas a partir del 3 de junio.
En la carta se le solicita al Secretario General que la votación se realice el martes 2 de abril y en el día más próximo posible a esa fecha, que es cuando el Presidente de la Conferencia rendirá su informe a la Asamblea.
Durante más de siete años de esfuerzo diplomático, Costa Rica ha impulsado con gran liderazgo, la necesidad de un instrumento global que regule el comercio internacional de armas convencionales y establezca criterios vinculantes para denegar una transferencia.
La Presidenta de la República, Laura Chinchilla, que hoy se mantenía al pendiente de las discusiones en la ONU, declaró que “Costa Rica ha protagonizado una de las luchas fundamentales a favor del control de la regulación del comercio de armas. Una vez más, hemos puesto nuestro valor supremo por la paz y nuestra potencia moral de país desarmado, para abogar por eliminar el sufrimiento de seres inocentes e impulsar la paz”.
“No cejaremos hasta que la humanidad cuente con Tratado que limite el comercio de armas”, subrayó la Presidenta Chinchilla.
Por su parte, el Ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo Barrantes, destacó la labor de Costa Rica, que “se ha colocado entre las abanderadas y protagonistas del Tratado”. Costa Rica es uno de los siete países coautores de la resolución que abrió el proceso para la negociación del Tratado, junto a Argentina, Australia, Finlandia, Japón, Kenia, y el Reino Unido.
El Canciller Castillo también destacó el espíritu de colaboración de una mayoría de naciones, y del papel las Naciones Unidas y del multilateralismo. Enfatizó en la trayectoria nacional de apoyo al sistema internacional como uno de los medios más importantes de resolver los problemas de seguridad de conformidad con el derecho internacional.
El Tratado abarca una amplia gama de armas convencionales, incluidas municiones, partes y componentes. Además, establece una serie de requerimientos que deben cumplirse para que una exportación de armas sea legítima. Entre ellos se incluyen consideraciones de derechos humanos y derecho internacional humanitario, algo en lo que Costa Rica insistió desde inicios de proceso.
Durante las negociaciones, Costa Rica presentó cinco propuestas puntuales, que obtuvieron el apoyo de una gran mayoría de los Estados. Esas propuestas se relacionaron con temas como la trasparencia en los informes sobre transferencias de armas convencionales; los criterios humanitarios y de derechos humanos vinculantes para denegar una transferencia; el impacto de las transferencias de armas en la corrupción y en el desarrollo socio económico del Estado importador, y la importancia de contar con una Secretaría fuerte para la aplicación del Tratado.
El lunes 18 de marzo, al dar inicio la Conferencia, en su discurso ante dicho foro, el Canciller Enrique Castillo, reafirmó, que “como representante de un país desarmado, el compromiso y la obligación moral de Costa Rica en la consecución de un Tratado robusto y exhaustivo, que establezca los más altos estándares posibles para el comercio internacional de armas, convencido de que el propósito explícito del Tratado debe ser la prevención y prohibición de transferencias de armas que amenacen los derechos humanos, contribuyan al comercio ilícito o faciliten la violencia armada, el crimen organizado y el terrorismo”.