SINC.-Según una investigación publicada hoy en PLOS Biology, los machos tienden a desentenderse de sus crías si piensan que su pareja les ha sido infieles. Un comportamiento así plantea sus riesgos porque podrían estar abandonando a su propia descendencia.
Algunos machos animales dosifican sus esfuerzos con la prole si no están seguros de su paternidad; sin embargo, otros cuidan sin problema de crías que no son suyas. Esta semana, la revista de acceso abierto PLOS Biology publica un metanálisis de 60 estudios sobre el comportamiento paternal de los machos de 48 especies de insectos, peces, pájaros y mamíferos. Su conclusión es que los machos contribuyen al cuidado parental dependiendo de la fidelidad que le supongan a su pareja.
“Los machos son más tolerantes y a la vez más astutos de lo que pensábamos”, explica a SINC Charlie Cornwallis, investigador de la Universidad Lund (Suecia) y uno de los autores del estudio, en el que también han participado las universidades de Oxford y Yale. “Son capaces de ajustar sus cuidados según el grado de infidelidad que sospechan”, explica Cornwallis.
Más de la mitad los machos 'engañados' del estudio seguían cuidando hijos que no les correspondían, sin que haya una razón para este comportamiento que, en principio, no parece tener mucho sentido desde el punto de vista evolutivo.
En la especie humana, con hembras relativamente monógamas, el macho desertor asume un riesgo alto de estar abandonando a su descendencia
Aunque la atención parental es muy variable en las especies estudiadas, los investigadores encontraron una explicación general de por qué algunos cornudos prefieren cuidar de los hijos de otro.
Este comportamiento es más frecuente en las especies con bajo riesgo de cuernos, o cuando cuidar de esos cachorros no daña el futuro éxito reproductivo del padre. "Saben calcular si cuidar de hijos ilegítimos reducirá la descendencia propia que puedan tener", explica Cornwallis.
Familia es conflicto
Además, aunque según el metanálisis filogenético, los machos adaptan su comportamiento al tamaño de sus ‘cuernos’, también deben considerar las pérdidas que se derivarían si se equivocaran e ignoraran a su descendencia real.
En cualquier libro de ecología del comportamiento la palabra ‘familia’ va seguida de la palabra ‘conflicto’. Esto se debe a que cada individuo intenta maximizar su eficacia reproductiva. En casi todas las especies donde los machos contribuyen al cuidado de los hijos las hembras se emparejan con múltiples machos. Esto conlleva que a menudo los machos cuiden hijos que no les pertenecen, lo que les hace perder tiempo y recursos.
Un ejemplo es el caso del escarabajo Phyllomorpha laciniata, en el que las posibilidades de sobrevivir de la descendencia aumentan si la hembra deposita los huevos sobre el macho. Por otra parte, la probabilidad de que el macho sea devorado por un pájaro también aumenta.
La reducción de cuidados paternales en descendencia ilegítima es un fenómeno muy general en la naturaleza, que se puede encontrar en más del 80 % de las aves, insectos, mamíferos, peces y reptiles estudiados hasta ahora. De estas especies, el abandono paterno se produce especialmente cuando el riesgo de infidelidad es muy alto, y el cuidado disminuye el futuro éxito reproductivo del macho.
Por el contrario, en especies como la humana, donde las hembras son relativamente monógamas, vale la pena que el macho se quede, ya que desertar implica un riesgo alto de estar abandonando a la propia descendencia.
FOTO: Erik Jager