El Presidente encabeza la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública donde destacó: “cada una de las personas que han perdido la vida debe ser vista como un ser humano y no como una estadística”.

El mensaje del Presidente, desde su inicio, se enfocó en las víctimas de las violencia desatada por las organizaciones criminales, habló, en especial, sobre la reunión que sostuvo en Chapultepec con los representantes del Movimiento por la Paz, a los que describió como víctimas por partida triple: víctimas de la delincuencia, víctimas de la impunidad y, en muchos casos, víctimas también de la indiferencia de las instituciones.

Ante gobernadores de los estados y las máximas autoridades de las instituciones de procuración de justicia, el Presidente dijo hacer, más que un llamado político, una apelación al sentido ético que hay en cada uno de nosotros, como humanos y como servidores públicos, para responder a las demandas de las víctimas. “Tenemos la obligación de responderle a las víctimas, más allá de egoísmos o cálculos políticos, tenemos que responderles en la parte que nos corresponde a cada uno”.

Al hablar sobre el encuentro que tuvo en Chapultepec con representantes de la sociedad civil, el Presidente mencionó que hubo dos demandas muy reiteradas: la de identificar a las víctimas de la ola de violencia desatada por los criminales -enfatizando que se debe acabar con el anonimato de estas víctimas, sin importar si se trata de jóvenes reclutados por los cárteles o personas desaparecidas- y romper el círculo de la impunidad.

Sobre el tema de la impunidad, el Presidente afirmó que esta exigencia de la sociedad debe mover a las autoridades para una reflexión sobre si se está haciendo todo para combatir los delitos del orden común, los que más afectan a la ciudadanía y los que constituyen el 90% de los ilícitos que se cometen.

Para finalizar, el Presidente reconoció la labor emprendida por varios gobiernos estatales a través del Operativo CONAGO 1.