CGP/DICYT Los visitantes que se acerquen desde hoy hasta el Museo de la Ciencia de Valladolid serán recibidos por el robot Tito.2, un autómata desarrollado por el centro tecnológico Cartif con la financiación de Caja España-Caja Duero que guiará e interactuará con niños y mayores gracias a las nuevas tecnologías introducidas, como el aprendizaje mediante redes neuronales, la detección de caras o el reconocimiento emocional.
Según ha detallado a DiCYT Eduardo Zalama, director de la División de Robótica y Visión Artificial de Cartif, departamento que ha llevado a cabo el proyecto, de la primera versión del robot (que realizó sus funciones desde la apertura del Museo en 2003 hasta 2007), no sólo se ha modificado la apariencia del robot, “que ahora es más aniñada”, sino que se han realizado mejoras a nivel de hardware.
“Se ha cambiado el sistema computacional y se han introducido sistemas perceptivos, el robot ahora es capaz de reconocer caras, seguirlas con la mirada y poner máscaras y juegos sobre la cara de los niños”, explica. Del mismo modo, se ha hecho una nueva interfaz web de manera que se pueda interactuar con el robot a través de internet y controlarlo a distancia, y además introducir los nuevos contenidos del Museo para que se actualicen automáticamente en el autómata.
Asimismo, precisa el experto, “se están desarrollando otras mejoras desde Cartif que se irán introduciéndolas poco a poco, como un sistema para el reconocimiento emocional, de manera que el visitante llega y el robot sabe si esa persona está triste, enfadada o está sonriendo”, y también unos sistemas de reconocimiento de habla para que el robot “pueda interactuar más con el público”, aunque esta parte es complicada ya que se trata “de un ambiente ruidoso donde hay muchos niños o mucha gente y es difícil de lograr”.
Por su parte la directora del Museo, Inés Rodríguez Hidalgo, ha apuntado que, el pasado año, se decidió “despertar” a Tito y ver las posibilidades de actualización para poder volver a acercarlo a los niños. “La tecnología y los desarrollos de Cartif han avanzado y permiten que Tito hoy sea más humano y ecológico, ya que la energía que hace que funcione procede de una placa solar que se encuentra en el techo del Museo”, ha señalado.
No obstante, asegura ladirectora del Museo, la personalidad del robot sigue siendo la misma, por lo que sigue estando al corriente de los contenidos del Museo y los eventos actualizados y además “sigue contando chistes”. Además, proporcionará información en su pantalla sobre el horario de las exposiciones, presentaciones y otras actividades del Museo.
Características del robot
El robot Tito.2 cuenta con una base cilíndrica B21, un disco duro de 40 gigas de estado sólido (lo que evita su deterioro como consecuencia de los movimientos que realiza) y un software específico desarrollado para el proyecto. Los ordenadores que utiliza para trabajar han sido actualizados para incorporar nuevas funcionalidades como el seguimiento visual de los visitantes.
El robot se desplazará de forma autónoma por el vestíbulo del Museo, ofreciendo a los visitantes un recorrido guiado por los principales módulos de este espacio, como el Péndulo de Focault, la molécula de ADN o la Casa del Mapa, un tour de aproximadamente 15 minutos que se repetirá cada hora. Además, todas las locuciones están subtituladas en la pantalla del robot con el objetivo de hacerlo accesible a todos los visitantes.