En atención primaria logra mayor control de los pacientes diabéticos y una tasa más alta de vacunación entre la población que supera los 65 años
- Acorta la estancia media de los ingresos hospitalarios y aumenta el porcentaje de consultas de alta resolución
- Incrementa la satisfacción de los usuarios y la calidad de vida de los profesionales vinculados a este modelo de organización
- El consejero de Sanidad asegura que contribuye a conseguir un sistema público de salud que mantenga la equidad, la cohesión social y la solidaridad
Oviedo.-El modelo de gestión clínica del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) se está consolidando como una herramienta de organización asistencial que mejora los resultados de salud de la población y la satisfacción de los pacientes y los profesionales. Los beneficios del modelo se constatan tanto en atención primaria, como en los servicios hospitalarios y los de salud mental, según se ha puesto de manifiesto en la Jornada sobre innovación en gestión clínica que ha inaugurado hoy el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, y que reúne hasta el viernes en Oviedo a un centenar de profesionales de Aragón, Andalucía y Asturias.
El titular de Sanidad ha asegurado que la búsqueda de la eficiencia a través de la medicina basada en la evidencia, el trabajo por procesos, la autonomía y la transparencia en la administración de los recursos públicos, así como la rendición de cuentas inherentes a la gestión clínica “son valores que desde el Gobierno ponemos queremos compartir con todos los que consideren que trabajar por un sistema público de salud que mantenga la equidad, la cohesión social, y la solidaridad merece la pena”.
Las últimas evaluaciones de las unidades de gestión clínica del Principado han revelado, por ejemplo, que las unidades de gestión clínica de atención primaria consiguen que un mayor porcentaje de pacientes diabéticos e hipertensos tenga su enfermedad controlada y logran una mayor tasa de vacunación entre la población mayor de 65 años que los centros tradicionales.
En atención hospitalaria, la gestión clínica ha conseguido reducir significativamente las estancias, con los beneficios que esto supone desde el punto de vista de la comodidad de los pacientes y su seguridad. Además, ha aumentado de forma notable el número de las consultas médicas de alta resolución, de manera que el paciente consigue ser diagnosticado y obtiene el tratamiento para su problema de salud en un tiempo sensiblemente más corto.
Todo esto se logra, además, superando el ya de por sí alto nivel de satisfacción de los usuarios de la sanidad pública asturiana, la más valorada del Sistema Nacional de Salud. Nueve de cada diez pacientes que han sido tratados en alguna de las áreas de gestión clínica califican la atención recibida como “buena” o “muy buena”.
Por otra parte, los profesionales integrados en las áreas de gestión clínica valoran su calidad de vida de una forma significativa más alta que el resto de empleados del Servicio de Salud. Esta circunstancia es aún más relevante entre los equipos que llevan más tiempo trabajando en el marco de este modelo organizativo, según se recoge en la encuesta de análisis del impacto de la gestión clínica en la calidad de vida de los profesionales.
Evolución de la gestión clínica en el Sespa
El modelo asturiano de gestión clínica arrancó en 1999 mediante un proyecto piloto en los centros de salud de atención primaria de Trevías, Luanco, La Fresneda, Arriondas y Ribadesella. Esta experiencia inicial agrupó a 82 profesionales sanitarios que manejaban un presupuesto global de 15,1 millones y atendían a una población de 32.546 ciudadanos.
Actualmente, la gestión clínica es una realidad en todas las áreas sanitarias de Asturias, donde se han establecido 32 unidades (24 en hospitales y 8 en primaria), en las que trabajan 2.572 profesionales que gestionan conjuntamente un presupuesto de 201,5 millones.
Además, el Servicio de Salud ha autorizado otras 29 unidades, con lo que ya son más de 4.000 el número de profesionales que han elegido esta modalidad de gestión