- Completan la muestra obras de Marcos Arroyo, Regina Dejiménez, Úrsula Faya, Mario M. Martínez, David Martínez Suárez y Nerea S. Lorences
Avilés.-El concejal de Cultura, Román Álvarez, presenta hoy la XXIII Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias 2012, que se pondrá visitar hasta el 26 de abril en la sala de Exposiciones de la Casa Municipal de Cultura de Avilés.
La citada Muestra está formada por obras de seis jóvenes artistas asturianos: Mónica Cabo, Marcos Arroyo, Regina Dejiménez, Úrsula Faya, Mario M. Martínez, David Martínez Suárez y Nerea S. Lorences.
Parte de la convocatoria pública que se realiza cada año dentro del programa Culturaquí, a la que en esta ocasión se presentaron cincuenta y dos proyectos de jóvenes artistas asturianos en su más amplia acepción (nacidos o residentes en el Principado o descendientes de emigrantes hasta segunda generación).
El jurado de profesionales seleccionó a los 6 artistas citados entre las propuestas presentadas, además de la obra ganadora del Premio Asturias Joven de Artes Plásticas. El jurado ha estado integrado por Benjamin Weil, director de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón; Jaime Luis Martín, director del Centro Cultural Valey de Piedras Blancas; Lydia Santamarina, directora del Museo Barjola de Gijón; Nuria Fernández, de la Galería Espacio Líquido, y Luis Feás Costilla, crítico de arte y comisario de exposiciones.
La presentación a la crítica y al público de la Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias comenzó a tener lugar en Avilés en 1992. Esta presentación que es el paso previo a la inauguración oficial en la Sala Borrón de Oviedo, el 4 de abril próximo.
Participantes
(* Estas notas son resumen de un trabajo más amplio realizado por el critico y miembro del Jurado Luis Feás Costilla)
En esta edición, la ganadora del Premio Asturias Joven de Artes Plásticas ha sido Mónica Cabo (Oviedo, 1978), licenciada en Bellas Artes en Pontevedra, con una prometedora carrera en Galicia gracias a exposiciones como la colectiva Situación, celebrada en 2008 en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo (CGAC), a la que presentó Escenografía Complementaria, un inquietante parque infantil que se relaciona con los debates de género y la puesta en cuestión de los roles familiares. También está graduada como técnico superior en artes aplicadas a la escultura por la Escuela de Arte de Oviedo.
Su única individual en Asturias la realizó en 2008 en la Sala Lai de Gijón.
El resto de las propuestas va en la misma línea, en el sentido de que, al menos en su presentación, tienden a parecer instalaciones y que, con independencia de la diversidad de técnicas utilizadas, haya en ellas una fuerte presencia de lo real en sus aspectos más sombríos.
El fotógrafo Marcos Arroyo (Langreo, 1989) se muestra proclive a indagar sobre las frustraciones y el miedo, como en su proyecto La agonía del destierro, con el que ganó el Premio Astragal 2012. Técnico de imagen en el Centro Integrado para la Formación Profesional de Comunicación, Imagen y Sonido de Langreo, con un máster de fotografía en Madrid, el joven artista ha expuesto en la colectiva de arte portátil de la Sala Lai de Gijón (2009) y en el Festival Audiovisual Óptica de La Casa Encendida de Madrid (2011), así como en la colectiva Arte con fecha de caducidad de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial en 2010. A año siguiente realizó su primera individual en Valey Centro Cultural de Castrillón. En su serie Noir, quince fotografías presentadas en un montaje único, con el negro como color dominante (al igual que Mónica Cabo), nos pone en presencia del luto y nos abre la puerta de lo sublime, con el asombro y el terror como elementos principales, mediante imágenes en las que predominan las sombras, con una carga alegórica y una pretensión casi místicas.
Regina Dejiménez (Madrid, 1984), licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y con una buena formación complementaria a través de becas en Turquía, Italia, Estados Unidos y Chile, posee una amplia experiencia como decoradora de cine, publicidad y teatro, pero no tiene más exposiciones en su haber que su colaboración en la convocatoria Códigos Abiertos de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial y su pertenencia a Re.colectivo, proyecto de revitalización rural a través del arte y la ecología que acaba de presentarse en el Museo Barjola. Ahora tiene oportunidad de mostrar un esquema poético cuyo título, Iris, expresa su interés por las ciencias no tradicionales, de influencia oriental, que leen en los paisajes del tejido biológico y sirven para diagnosticar el estado de las diferentes partes del cuerpo, en conexión emocional con el entorno natural y afectivo y en perfecta simbiosis con todo lo vivo, pulsando las teclas más íntimas, conforme a las claves de anatomía humana tratadas en Música para los instrumentos del cuerpo, del argentino Mario Satz.
Más experimentada está Úrsula Faya (Villaviciosa, 1980), que ya participó en la Muestra de Artes Plásticas, en sus ediciones de 2003 y 2007, con su pintura orgánica. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, con un curso realizado por traslado interfacultativo en la Universidad de Barcelona y un máster en Investigación en Territorio y Paisaje por la Universidad Miguel Hernández de Elche, actualmente es profesora asociada en la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia.
En esta ocasión presenta su serie fotográfica Urbes, integrada por once tomas, en las que los entresijos de un ordenador o algún otro aparato electrónico se muestran como grandes ciudades de circulación compleja, con enormes edificios de colores que albergan la memoria colectiva de nuestro abigarrado mundo actual, lleno de cables, nodos e interrelaciones, y que nos hacen parecer cada vez más diminutos e insignificantes, sobre todo cuando se nos enseñan de manera aumentada.
De Mario M. Martínez (Gijón, 1988) se ha seleccionado una energética animación digital hecha a partir de xilografías y linograbados, bajo el título Rompe tu círculo y con el acompañamiento musical del grupo Stasi, cuyos fantasmas de la conciencia sirven para subrayar lo que constituye toda una declaración de intenciones, entre fanzinera y rebelde, con la idea clara de que las cadenas que de verdad atan no marcan la piel. Técnico en Grabado y Técnicas de Estampación y en Edición de Arte por la Escuela de Arte de Oviedo, con proyecto de fin de estudios en la Academia Real de Bellas Artes de Lieja, su buen oficio, ya mostrado en espacios de Gijón como la Sala Lai, se manifiesta en las planchas xilográficas y de linograbado que ha utilizado para este tour de force, materializado gracias a los cursos de introducción al modelado en tres dimensiones e imagen digital recibidos en la Universidad de Oviedo.
Asimismo combativa es la obra de David Martínez Suárez (La Hueria, San Martín del Rey Aurelio, 1984), autor de trabajadas películas documentales sobre la lucha obrera y comprometidos montajes de explícita reivindicación de los conflictos laborales vividos en la cuenca minera asturiana a la que pertenece. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, donde ha realizado también un máster de Investigación y Creación en Arte, ya en la pasada edición de la Muestra exponía sus mesas de experimentación con punteros láser, cuyos haces de luz y de color, que tenían que ver con la industria metalúrgica, se resaltaban mediante humos y vapores que recordaban la quema de neumáticos por parte de los piquetes obreros. En esta ocasión, ha preferido tocar otros asuntos, agrupados bajo el título Colapso, en los que vuelve a estar presente el humo como concepto pero para explicar procesos relacionados con la ocupación del espacio y de la atmósfera. El proyecto, que adopta múltiples formatos de exhibición, sobre una base principalmente fotográfica, incluye un vídeo de alta definición y una proyección de diapositivas analógicas, en la que se nos cuenta la historia de un incendio.
Finalmente, el activismo de Nerea S. Lorences (Puerto de Somiedo, 1983), que bien puede ser calificado de político o ciudadano, se opone a la desidia de la mirada y reinventa significados para las cosas a las que ya no se presta atención, como las medianeras o los solares dejados por los edificios derruidos. Licenciada en escultura por la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, con cursos en Gijón, Bilbao o Ámsterdam que le han permitido especializarse en las artes y las ciencias del espectáculo y realizar prácticas en el Teatro de Augsburgo y talleres de artes escénicas en Arteleku de San Sebastián o la Sala Amárica de Vitoria, de su propuesta Ruina sobre ruina, realizada con azulejos, espuma de obra y papel estampado sobre tabla, cabe destacar su condición mimética, idéntica a lo real, lo que refuerza su voluntad de denuncia, al tiempo que incide en las calidades plásticas de la herrumbre y el deterioro, que siempre pueden ser reaprovechados en un sentido crítico frente a la dejadez y el abandono de los poderes públicos.
De todos los participantes, salvo de la ganadora del Premio Asturias Joven, se ha seleccionado un solo proyecto, para mostrar a las claras la complejidad de la creación contemporánea, no ceñida a una obra única y diferenciada, sino embarcada en un proceso de producción que favorece la multiplicidad y el desarrollo interdisciplinar. La Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias siempre se ha caracterizado por reflejar fielmente el acontecer artístico de cada momento, y su XXIII edición podría ser un buen ejemplo de las inquietudes generacionales de los artistas nacidos en la década de los ochenta.