Lugones.- El anuncio de la propuesta de cierre de la actividad por parte de Fundición Nodular, que el martes avanzó en exclusiva AsturiasMundial, pone de relieve cómo la reestructuración bancaria, una firme apuesta del Gobierno, no sólo afecta a los bolsillos de los contribuyentes y al déficit del Estado, sino también a la pervivencia del tejido industrial y productivo de una Comunidad, como es el caso de Asturias, siendo escaso de por sí ya éste. AsturiasMundial pudo comprobar el miércoles el desánimo de los empleados de la aceria, "sin trabajo desde julio del año pasado y sin cobrar", que ahora están a la espera de los detalles de la operación, aunque temiendo que "como ya pasó en tantas empresas, una vez entran en este proceso" la liquidación final, y tardía, quede limitada únicamente a los exiguos fondos del FOGASA.
Lo que más llama la atención en este proceso es que la propia empresa, en sí, es una joya. Dedicada a la fabricaicón y venta de cilindros de laminación para empresas siderúrgiccas bajo pedido, la empresa contaba con una activa cartera de pedidos. Nada extraño, puesto que es la única en España en su género y una de las pocas existentes en Europa. Su producción se destinaba en un 90% a la exportación, principalmente a los dinámicos mercados asiáticos. Cuenta con 170 trabajadores, plantilla a la que se aplicó un ERE de extinción que afectó a 50 personas. La situación actual de la empresa, con acionariado diverso, entre ellos Banesto con un 25%, deriva de un deterioro de la liquidez y la imposibilidad de acceder al crédito y la financiación bancarias, con una deuda de más de 26 millones de euros y unos fondos propios de aproximadamente 18 M€.
Una empresa con pedidos, con tecnología y patentes propias "que seguro que hay gente dispuesta a quedarse con ésto una vez esté vacío de trabajadores y limpio de deudas" abocada al cierre por un exclusivo problema financiero. Algo similar a lo que está ocurriendo con Fuensanta, otra empresa, ésta centenaria que ya apunta en la misma dirección al poner los bancos dificultades para la reestructuración de su deuda. Sin duda, un 'tsunami' destructor del entramado industrial que exige a la sociedad asturiana ya no pensar sino tomar medidas urgentemente.
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