"Nos olvidamos de los derechos humanos cuando hay negocios de por medio"

"Nos olvidamos de los derechos humanos cuando hay negocios de por medio"

El petróleo del Cáucaso, el gas ruso, las empresas chinas: las economías emergentes presentan oportunidades muy seductoras para una UE inmersa en la crisis. ¿Pero en qué medida nos preocupamos por el respeto de los derechos humanos en los países con los que hacemos negocios? Demasiado poco, según la eurodiputada socialista portuguesa Ana Gomes, que está redactando un informe sobre la corrupción y los derechos humanos en los países ajenos a la UE.


Señora Gomes, ¿qué impacto tiene la corrupción en los derechos humanos?


Los países donde el grado de corrupción es muy elevado son también aquellos donde se producen de manera persistente violaciones de los derechos humanos, violaciones que quedan impunes. Para garantizar su impunidad, las élites corruptas perpetran violaciones de los derechos humanos y bloquean derechos básicos como el acceso a la información, la libertad de expresión y de opinión, y los juicios justos.

¿Cómo debería tratar la UE este problema en sus relaciones con países con una elevada corrupción?


Deberíamos ver cómo ayudar a ser más eficaces a las organizaciones que defienden los derechos humanos y luchan contra la corrupción. Creo que el papel de la UE, en tanto que donante y socio destacado, podría ser muy importante si insistiera en la buena gobernanza. También deberíamos combatir la corrupción en las administraciones y las empresas públicas, la responsabilidad de las empresas es una cuestión en la que Europa tiene muchas posibilidades para actuar.

Creo que sería muy útil para la UE y para la cordura de nuestros métodos, Podría mejorar la transparencia de nuestros procedimientos y evitar que cooperemos con prácticas que, de hecho, amplían la opacidad como es el caso del blanqueo de capitales.

Muchos países con elevada corrupción son también economías con un vertiginoso crecimiento y, por tanto, socios comerciales muy importantes para la UE. ¿Cómo puede Europa lograr el equilibrio adecuado entre beneficiarse de estas relaciones y abordar la corrupción?


Hay una tendencia a mirar hacia otro lado y olvidarse de los derechos humanos cuando hay negocios importantes de por medio. Esto es particularmente evidente con los países productores de petróleo como Arabia Saudí, las repúblicas del Cáucaso o los países de África.

No faltan ejemplos patentes. En Rusia la energía se usa como herramienta económica y política. El pueblo chino lucha contra graves abusos de todo tipo, pero la UE es muy apologética.

También creo que en la UE nos preocupamos por los derechos humanos y los consideramos un fundamento esencial de nuestra unión, así como un requisito para un mundo basado en el Derecho internacional. Lady Ashton ha declarado que los derechos humanos son el hilo conductor de nuestras políticas. Pongámoslo en práctica. Pienso que se dio un enorme paso al frente cuando Lady Ashton designó como representante para los derechos humanos a Stavros Lambrinidis./Parlamento Europeo

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