Agentes de la Policía Nacional, en una operación que ha contado con el apoyo de INTERPOL, han recuperado cerca de 6 millones de euros en joyas que habían sido sustraídas en Valencia en diciembre de 2009. Los responsables del robo, un experto grupo de origen serbocroata, idearon una compleja estafa por el procedimiento del Rip Deal con la que se apoderaron de 10,5 millones de euros en joyas.
Entre las alhajas sustraídas se encuentra una tiara que podría haber pertenecido a Eva Perón. Las complejas investigaciones permitieron identificar a los siete autores del robo, pertenecientes a un mismo clan familiar, que fueron detenidos en Suiza, Francia e Italia y posteriormente extraditados a España. La presión policial en torno a los integrantes del clan responsable del robo condujo a los policías españoles e italianos hasta un lujoso hotel en Milán donde se encontraban las piezas.
Se hicieron pasar por jeques árabes para engañar a la joyera
En el mes de noviembre de 2006, dos jóvenes que hablaban italiano y de aspecto impecable y acaudalado adquirieron joyas valoradas en cerca de 20.000 euros en una joyería de Valencia. Este fue el comienzo de un elaborado engaño ya que el único objetivo de estas compras fue ganarse la confianza de la víctima. Pasados tres años contactaron nuevamente con la responsable del establecimiento para ponerla en contacto con un supuesto jeque árabe interesado en realizar un importante desembolso en alhajas para sus esposas.
A partir de ese momento, los miembros del grupo pusieron en marcha una puesta en escena en la que uno de ellos, perfectamente caracterizado, se hizo pasar por un jeque que se desplazaba a bordo de una limusina acompañado siempre por una de sus mujeres. Acompañado de su supuesto secretario, concertó una primera cita en un hotel valenciano en la que propusieron a su víctima la compra de joyas por valor de más de 10 millones de euros. Días más tarde, una vez reservadas las exclusivas piezas, acudió a una nueva cita en compañía de otro hombre que hacía las veces de gemólogo para estudiar las joyas y dar su aprobación.
El trato quedó cerrado y acordaron hacer el pago en metálico. Una empleada de la joyería se reunió en el Centro de Negocios con el también falso banquero del jeque, y comenzaron a contar los billetes. A medida que iban contando los fajos, los introducían en los cajones de una mesa. Pero, el mueble contaba con un doble fondo en cuyo interior había escondida una persona de poca talla que iba cambiando los fajos de dinero auténtico por otros en los que sólo eran de curso legal el primero y el último.
Una vez que creían estar en poder del dinero acordado por las joyas se desplazaron a la joyera para entregar las joyas. Cuando la joyera se dispuso a inspeccionar nuevamente los billetes, recibió un fuerte empujón y los ladrones se apoderaron del suculento botín bajo amenazas de muerte.
Una compleja investigación
Los especialistas de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría General de Policía Judicial se hicieron cargo de estas complejas investigaciones. El punto de partida fue la imagen de uno de los autores captada en una de las reuniones que mantuvieron con sus víctimas y las huellas dactilares halladas en la maleta en la que guardaron el dinero. Con la colaboración de INTERPOL se pudo identificar en mayo de 2010 al supuesto jeque, un hombre de 40 años nacido en Yugoslavia, que había sido detenido en Alemania por un robo similar al perpetrado en nuestro país.
Dos meses más tarde se pudo identificar al falso secretario tras comprobar que había estado alojado en un lujoso hotel de Valencia en la misma fecha que el pretendido jeque árabe. Además, sus huellas coincidían con las recuperadas en la maleta. Gracias a una orden internacional de búsqueda los dos fueron arrestados por los Carabinieri italianos en el mes de julio de 2010 y extraditados un mes más tarde a España.
Estas detenciones pusieron a los investigadores sobre la pista del resto de miembros de la banda, todos ellos miembros del clan de los Jovanovic de Milán. Con la colaboración de las policías belga, francesa e italiana, se obtuvieron datos que permitieron a las víctimas identificar al resto de implicados en el robo cometido en Valencia. Todos ellos fueron arrestados en marzo de 2011 en Suiza, Francia e Italia e igualmente extraditados a España.
La presión policial sobre el resto de miembros del clan llevó a los investigadores hasta un lujoso hotel de Milán donde podrían estar las joyas. Dos miembros de la UDEV Central de la Policía Nacional junto con los Carabinieri italianos encontraron en el interior de una caja fuerte de una de las habitaciones varias joyas valoradas en cerca de 6 millones de euros