La moneda fue adquirida en 2002 en una sala de subastas de Nueva York por 30.000€
La pieza fue sustraída en abril de 2012 junto a diversas joyas y a una colección de 866 monedas imperiales de entre los ss. I a.C. - I d.C., de gran valor histórico y que podrían alcanzar los 600.000€
Días antes del robo un grupo de trabajadores había realizado obras de reforma en el domicilio asaltado, hecho que se continúa investigando
Detenido un joyero y recuperada la colección de monedas en su establecimiento madrileño de compra-venta de oro y en una sala de subastas de Barcelona, donde una parte se encontraba ya a la venta
Agentes de la Policía Nacional han recuperado 867 monedas íbero-romanas que fueron robadas del domicilio de un coleccionista madrileño. Entre la colección sustraída destaca una pieza única en el mundo, que fue adquirida en 2002 en una sala de subastas de Nueva York por 30.000€. En abril de 2012 los asaltantes accedieron a la vivienda del coleccionista practicando un butrón y sustrajeron de su interior las piezas, datadas entre los siglos I a. C. y I d. C., y otras joyas que forman un conjunto valorado en unos 600.000€. Detenido un joyero y recuperada la colección de monedas en su establecimiento madrileño de compra-venta de oro y en una sala de subastas de Barcelona, donde una parte se encontraba ya a la venta. Días antes del robo un grupo de trabajadores había realizado obras de reforma en el domicilio asaltado, hecho que se continúa investigando.
La investigación se desarrolló a partir de una denuncia formulada en abril de 2012 por un coleccionista de Madrid que había sido víctima de un robo, días después de practicar una reforma en su domicilio. Los autores del hecho habían accedido a la vivienda practicando un butrón y se habían apoderado de las 867 monedas y de otras joyas.
Rastreo internacional
Con la información aportada por el perjudicado, los agentes llevaron a cabo una difusión nacional e internacional de las piezas más relevantes. Dicha búsqueda propició que 204 de estas monedas fueran localizadas en una sala de subastas de Barcelona. Los responsables de la sala comunicaron a los investigadores que un joyero de Madrid había depositado las piezas en su establecimiento para su tasación y venta.
Tras recibir esta información, los agentes identificaron al depositante de las monedas, que ha sido arrestado, y se comprobó que era propietario de varios establecimientos de compra venta de oro en Madrid. Finalmente se llevaron a cabo inspecciones de los locales regentados por esta persona y, en uno de ellos situado en una céntrica calle de la capital, se hallaron el resto de piezas de la colección sustraída.
La investigación ha sido desarrollada por agentes del Grupo I de la Brigada de Patrimonio Histórico adscrita a la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, Grupo de Patrimonio Histórico de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Barcelona y Grupo XI de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid.