La Asociación “Amigos de Cudillero” convoca el trigésimo segundo Concurso Literario “Cudillero, el pescador y la mar”, con arreglo a las siguientes
B A S E S:
- Podrán tomar parte en el Concurso, todos los estudiantes del Principado de Asturias que cursen Enseñanza Secundaria (ESO)
- El tema estará relacionado con “La mar y sus gentes”, pudiendo adaptarse, en prosa, a cualquier género literario, escrito en español o castellano.
- La extensión de los trabajos, que se presentarán por quintuplicado, será, como máximo, de dos folios, equivalente a 50 líneas/folio. Tipo de letra: Times New Roman. Tamaño: 12. Márgenes: superior e inferior, 2,5 cms.; derecho e izquierdo, 3 cms. Todo aquel original que no se atenga a estas normas, quedará automáticamente eliminado.
- Irán firmados solamente con seudónimo, haciéndose constar la edad del concursante. En sobre adjunto cerrado se indicará: Nombre, dirección y teléfono del participante, así como Colegio o Instituto al que pertenece.
- Los trabajos podrán enviarse a la Asociación “Amigos de Cudillero”, Tolombreo de Arriba, s/n.- 33150 Cudillero, indicando “Para el Concurso Literario”. También pueden entregarse en mano en el referido domicilio.
- Fecha tope para la presentación de originales: 15 de abril de 2013.
- Fallo del Concurso: 27 de abril de 2013.
- Entrega de premios: 4 de mayo de 2013, durante el transcurso de la “Fiesta Literaria de la Mar”, coincidiendo con la lectura del trigésimo primer Cuaderno Literario “Escritores en Cudillero”.
- Se establecen los siguientes premios:
a) Material didáctico-recreativo valorado en 500,00 € y diploma, al autor del mejor trabajo.
b) Diploma, al Centro al que pertenezca el autor del trabajo ganador.
- El trabajo ganador será leído por su autor en el acto de entrega de premios.
- La composición del Jurado se dará a conocer después del fallo
- El Jurado se reserva el derecho de otorgar uno o varios accésit o de declarar el premio desierto, en atención a la calidad de los trabajos presentados.
- Los trabajos premiados quedarán en propiedad de la Organización.
- La presentación a este Concurso, supone la aceptación de todas sus Bases.
FOTO: SRT
Relato ganador en la pasada edición:
LAZOS DE MAR
Primer premio del XXXI Concurso Literario “Cudillero, el pescador y la mar”
Autora: Sara Álvarez Méndez. 14 años
Alumna del IES Los Campos. Corvera de Asturias
Abrí la verja oscura con oxidadas bisagras y entré en el cementerio. El sol invernal apenas daba calor detrás de las frías nubes grisáceas. Todo estaba en silencio y lo único que se oía era mi agitada respiración causada por la carrera escaleras arriba. Me acerqué desfilando entre las lápidas blanquecinas a la parte más externa donde el pavimento estaba mojado por la lluvia del día anterior.
Me senté en el suelo apoyada a la pared del nicho y me abroché la chaqueta de lana azul oscura de mi padre, su favorita.
- Hola -dije en un susurro. Extendí mi mano y cogí las ramas y flores marchitas cambiándolas por unas campanillas azules silvestres que crecían devorando la tumba de al lado. - Son azules, como tu mar -suspiré-. El tiempo no nos trata bien, ¿sabes? Se te echa de menos. Mamá finge que está bien. Más por ella misma que por mi. Sé que esta mal, se queda ausente y callada durante horas con sus ojos tristes mirando a la nada; me pregunto si pensará en nuestras tardes en la playa caminando en la orilla de tu mar y sintiendo cómo nuestros pies se enterraban en la arena dejando tres pares de huellas, ahora solo dos, o buscando el tesoro del capitán “pata-regaliz” que había enterrado en nuestra querida arena.
Alcé la vista y vi el mar tan inmenso como mi dolor.
Recordé mi último verano con él.
Yo, quedándome dormida sobre la arena. Él, llevándome a cuestas sobre sus débiles brazos en busca de tesoros enterrados en la tostada arena. El agua fría despejándome y dándome dolor de cabeza por estar sumergida mucho tiempo. Su cabeza lampiña por la terapia poco efectiva y su vida apagada representada por noches en vela causada por el dolor y las ojeras, eran la imagen de una vida que se iba.
El mar, su mar, le daba la vitalidad que tanta falta le hacía.
Lágrimas que le caían por su rostro cubierto de arrugas de preocupación.
- Viejo amigo, el tiempo no nos perdona, decía siempre mirando al mar.
- Ahora, cuando voy a la playa, imagino que me meto mar adentro sucumbiendo a la llamada insistente de la olas para unirme a ti -dije con voz rota.-Imagino mi cuerpo hundiéndose y después de que la última burbuja de oxígeno emerge me veo flotando lentamente, mecida por las olas, con mis venas azuladas marcadas bajo la pesada ropa mojada.
Una solitaria lágrima me cayó por la mejilla, salada como su mar.
Desde aquella blanca y muda tumba se escuchaba el murmullo de las olas rompiendo contra las rocas.
Me levanté y le di un beso, como de costumbre, a las yemas de mis dedos y los posé sobre la fotografía de la lápida que mostraba el rostro sonriente de quien amó.
- Pero no puedo dejar aquí a mamá, sola, en el fondo porque sé que no me perdonarías. Siempre te recordaré como eras antes de la enfermedad. Cuando no dependías de los fármacos para poder seguir de pie. Cuando eras tú. Di media vuelta. -Adiós, papá.
Cada vez iba menos a visitarlo y las pocas veces que lo hacía me limitaba a cerrar los ojos dejándome llevar por el tenue pero insistente sonido de las olas. Sabía que lo único que nos unía ahora era un lazo fuerte, era un lazo cristalino y azul. Era nuestro mar.
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