Por VHIR.-Un estudio internacional, publicado en el 'New England Journal of Medicine', ofrece información sobre los subgrupos de pacientes con ictus que podrían beneficiarse de los tratamientos endovasculares. Los resultados evidencian que por cada 30 minutos de retraso en el acceso al tratamiento, disminuyen un 10% las posibilidades de recuperación funcional.
El Hospital Universitario Vall d’Hebron (HUVH) es el único centro español participante en un estudio internacional sobre la eficacia de nuevos tratamientos endovasculares en pacientes de ictus isquémico y el que aporta más pacientes de Europa.
El trabajo, que no ha mostrado una clara superioridad del tratamiento endovascular frente al convencional con el fármaco tPA, ofrece información importante sobre qué subgrupos de pacientes podrían beneficiarse de estos tratamientos y cuáles son las exploraciones complementarias que permiten identificarlos.
En el estudio, llamado IMS3 (Interventional Management of Stroke) y publicado recientemente en el New England Journal of Medicine (NEJM), han participado 656 pacientes provenientes de 58 centros de los EE UU, Canadá, Australia y Europa.
El ictus isquémico es una de las principales causas de mortalidad en España y la primera de discapacidad permanente
Durante el ensayo se distribuyó a los pacientes que habían recibido t-PA intravenoso en las tres primeras horas después de la aparición de los síntomas de ictus en dos grupos, uno de ellos recibió terapia endovascular adicional y el otro solo t-PA.
Si bien los resultados no han mostrado una superioridad evidente del tratamiento endovascular frente al convencional, ha abierto una vía de información muy importante sobre los subgrupos de pacientes que pueden llegar a beneficiarse de estos tratamientos y sobre cuáles son las exploraciones complementarias que permitirán identificarlos.
Aunque no se ha podido demostrar que los nuevos tratamientos sean más efectivos que los tradicionales en pacientes de ictus, existen factores que permiten a los investigadores ser optimistas, ya que la información obtenida mediante este estudio y la aparición de nuevos catéteres, con un perfil de eficacia y seguridad mejorados respecto a los que se utilizaban hasta ahora, ha permitido diseñar nuevos ensayos clínicos, algunos ya en marcha.
Otra de las conclusiones importantes del trabajo es la confirmación de una de las máximas del tratamiento del ictus. Los resultados evidencian que por cada 30 minutos de retraso en el acceso al tratamiento, disminuyen un 10% las posibilidades de recuperación funcional de los pacientes.
Una de las principales causas de muerte en España
El ictus isquémico, una oclusión brusca de una arteria cerebral, es una de las principales causas de mortalidad en España y la primera de discapacidad permanente. Actualmente, el único tratamiento efectivo demostrado es el uso del fármaco t-PA (un inhibidor del activador tisular del plasminógeno), que administrado en las primeras horas después del inicio de los síntomas consigue en algunos casos la destrucción del trombo causante de la oclusión, la reperfusión cerebral y la reversión de los síntomas.
En muchos casos, el t-PA no consigue el objetivo deseado, lo que obliga a estudiar alternativas terapéuticas. La probada en este estudio, el tratamiento endovascular, es el acceso mediante un catéter por el interior de los vasos sanguíneos hasta llegar a la arteria cerebral donde se encuentra alojado el trombo y proceder a su extracción.
foto: Marc Ribó y Carlos Molina, de la Unidad de Ictus del Hospital Universitari Vall d'Hebron. / VHIR.