Núremberg/Julio F. Taladrid/AM.-Pedro Casado Cortázar, ovetense licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Oviedo, tiene 27 años y desde hace uno y medio trabaja en ADIDAS, en la sede global que la multinacional germana tiene en Núremberg.

¿Qué te animó a trabajar en Alemania?

Al finalizar la carrera me estaba planteando estudiar un máster, pero un amigo que trabajaba en ADIDAS, con el que mantenía contacto a través de ‘facebook’ me animó a presentarme para un puesto temporal en la empresa. Me hicieron dos entrevistas y al cabo de una semana empecé a trabajar para ellos.

¿Cuál es tu labor dentro de la empresa?

Trabajo en el departamento de operaciones globales de tiendas. Nuestro cometido es mejorar los procesos que realizan las tiendas, observando qué productos se demandan más, cómo distribuir al personal de forma eficiente y  cómo reducir los tiempos de distribución de los productos.

¿Qué percepción crees que tienen los alemanes de los españoles que trabajan en su país?

Creo que es bastante buena. Sobre todo gracias a la importante inmigración que se dio a mediados del siglo pasado. A Alemania llegaron españoles con muchas ganas de trabajar y de aprender el idioma pese a sus limitaciones. Además no dieron problemas y eso dejó un poso que aún perdura. La diferencia es que ahora los españoles que vienen a Alemania suelen estar mejor cualificados, la mayoría posee títulos universitarios.

¿Qué sensación te produce la incertidumbre económica y laboral que existe en España?

Soy consciente de hay muchas cosas que deben cambiar en España. Confío en que el cambio llegue pronto, pero creo que aún nos queda pasar por un desierto que tardaremos algunos años en atravesar.

¿Qué crees que podríamos aprender de los alemanes como sociedad?

La eficiencia, el perfeccionismo, y el mirar un poco por el bien común. Creo que en España somos mucho de mirar cada uno por lo suyo. En Alemania no hay la tendencia a aprovecharse de lo público que existe en España. Una de las grandes diferencias con los españoles es que son gente mucho más concienciada socialmente.

¿Qué consejos les darías a los asturianos que quisieran ir a trabajar a Alemania?

Que vinieran bien preparados, con una buena base de alemán y un buen nivel de inglés, pero sobre todo  dispuestos a luchar para afrontar una forma de vida y de trabajo muy diferentes.

¿Qué es lo que más echas de menos de Asturias?

La familia, los amigos y el descanso. Echo de menos tener tiempo para mí, para desconectar de todo y dedicarme un poco de tiempo. Aquí el trabajo es muy exigente y las formas de recreo no son tan apetecibles como en Asturias.