Javier Fernández no ceja en su objetivo de diezmar drásticamente el número de docentes y se propone rebajar la plantilla de profesores en más de 200 plazas para el próximo curso”
Oviedo.- El presidente de la Comisión de Educación de FORO, Argimiro Rodríguez, ha denunciado que Javier Fernández “no ceja en su objetivo de diezmar drásticamente el número de docentes y se propone rebajar la plantilla de profesores en más de 200 plazas para el próximo curso, retomando así la senda iniciada por Areces en 2011, cuando adelgazó en 300 plazas el número de puestos en los centros educativos públicos”.
“Si a esta reciente propuesta le añadimos los actos perpetrados a lo largo del presente curso académico, Javier Fernández acredita méritos sobrados para ser considerado el enemigo público nº 1 de la educación asturiana”, afirma Rodríguez, que recuerda que el Principado ha aumentado “sin razón alguna la permanencia de los profesionales en los centros; ha cercenado las aspiraciones de más de 700 interinos que no han sido contratados este curso y ha cerrado 10 colegios y centros de profesores”.
Argimiro Rodríguez lamenta que a diferencia del resto de comunidades autónomas el Principado ha descartado la posibilidad de que haya oposiciones para docentes este año, “casi 200 plazas, si quisiera”. “A estas alturas de la lección, quienes se dedican a la tarea de enseñar saben ya que no se anda con remilgos a la hora de sacrificar a cuantos profesores sea preciso pero no quiere ni oír hablar de prescindir de un puñado de diputados. Una decena de diputados es para él más valiosa que varios cientos de profesores en las aulas”, añade.
“Conviene recordar, aunque a algunos les venga muy mal el recordatorio, que durante el gobierno anterior no se redujo la plantilla de los centros porque el ejecutivo de Foro siempre entendió que la función docente tiene una importancia capital para la mejora del rendimiento de los alumnos y el éxito escolar”, señala Rodríguez, que sostiene que “esta mejora y este éxito nunca se conseguirán sin la ayuda de los profesores”.
“Fernández se convertirá, si mantiene este rumbo equivocado, en el enterrador de la educación pública asturiana, una vez firmado el certificado de defunción de un sistema cuya muerte habrá sido inducida durante la etapa arecista por la falta de cuidados de que fue objeto y consumada por la puntilla final que él mismo tiene el triste honor de estar administrando”, asegura Argimiro Rodríguez, que considera que “los ciudadanos debemos de tomar nota de ello para que no se nos olvide”.