La mayor tasa de incidencia se sigue registrando en edades infantiles, sobre todo entre menores de 14 años

Asturias.-La incidencia de la gripe en el periodo de vigilancia comprendido entre el 21 y el 27 de enero se situó en 385,9 casos por 100.000 habitantes, lo que significa que los virus se difunden con más facilidad y las infecciones aumentan por tercera semana consecutiva.

Por grupo de edad, la mayor tasa de incidencia se ha detectado en edades infantiles, sobre todo en menores de catorce años, si bien tanto los casos de gripe clínica como los aislamientos virales aumentan en todas las edades.

Según las cifras facilitadas por el sistema de médicos centinela, los cuarenta virus gripales aislados son del tipo B. Los datos corroboran, además, la eficacia de la campaña de vacunación, dado que solo cuatro de cada cien afectados estaba vacunado.

En cuanto a la situación nacional, se observa un aumento de la actividad gripal en la mayoría del territorio asociada a una transmisión casi generalizada de los virus. En concreto, las redes centinela reflejan una difusión epidémica en Asturias, Aragón, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, País Vasco, La Rioja y Melilla; local en Andalucía, Baleares, Cantabria, Navarra y Ceuta y esporádica en el resto del territorio vigilado. Además, la actividad gripal está producida por virus de la gripe tipo B.

En la inmensa mayoría de los pacientes, la gripe está siendo leve y remite de forma natural sin necesidad de medicinas e incluso de asistencia médica. Los síntomas aparecen de forma súbita y fundamentalmente provocan fiebre, tos y malestar general. La enfermedad también puede originar dolor de cabeza y de garganta, secreción nasal, estornudos, lagrimeo o dolores musculares y sensación de cansancio, lo que hace aconsejable aguardar algunos días de reposo. Por ahora no ha habido complicaciones ni derivaciones al hospital.

Si se contrae la enfermedad, lo mejor es permanecer en casa mientras duren los síntomas, evitar el contacto muy cercano con otras personas y no compartir objetos personales que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones, con el fin de evitar el contagio a otras personas.

En la mayor parte de los casos, la gripe se cura sola con las medidas habituales: beber líquidos en abundancia (agua, zumos…), utilizar los antitérmicos y analgésicos habituales y seguir unas buenas prácticas de higiene. Estos hábitos ayudarán a disminuir la transmisión del virus y serán la acción más efectiva para protegerse y proteger a los demás. Es muy importante evitar el contagio, especialmente al toser o estornudar, por eso se recomienda:

• Utilizar pañuelos de papel para taparse la boca y la nariz cuando se tosa y se estornude. Si no se dispone de pañuelo de papel, se debe toser y estornudar sobre la manga de la ropa (en el hueco del codo) para evitar contaminar las manos.
• Tirar los pañuelos de papel después de utilizarlos.
• Lavarse a menudo las manos con agua y jabón.
• Mantener una buena ventilación de los espacios cerrados.
• Limpiar con frecuencia las superficies que se tocan con las manos como los pomos de las puertas, los interruptores…
• Los niños enfermos no deben acudir al colegio hasta que desaparezca la fiebre.
• Los trabajadores de cara al público y especialmente los sanitarios deben permanecer fuera del contacto con el público mientras estén enfermos.