BBVA ganó 1.676 millones de euros en 2012, un 44,2% menos que el año anterior, una vez completadas todas las provisiones del ámbito inmobiliario en España. Sin tener en cuenta dichos cargos ni el impacto positivo extraordinario generado por la incorporación de Unnim, el beneficio ajustado fue de 4.406 millones de euros (-2,2% interanual). Todas las áreas de negocio del Grupo contribuyeron al crecimiento de los ingresos en 2012.
El presidente de BBVA, Francisco González, considera que “estos resultados confirman la fortaleza de BBVA derivada de su diversificación y su modelo de gestión en un año muy complejo. Hemos solventado las dificultades, ofreciendo resultados positivos trimestre a trimestre”, señaló.
El margen de intereses continuó su tendencia al alza al registrar una cifra acumulada de 15.122 millones de euros (+15,0% interanual), mientras que el margen bruto avanzó un 12,1% hasta 22.441 millones de euros y el margen neto se situó en 11.655 millones de euros (+13,3%).
El nivel de crecimiento de los ingresos pone a BBVA en posiciones de liderazgo, tanto en variación interanual como en rentabilidad. Los países emergentes, con un gran potencial de crecimiento y bancarización, continuaron aportando la mayor parte (un 56%) del margen bruto de las áreas de negocio.
Los gastos siguieron creciendo a un menor ritmo que el de los ingresos y se concentraron en una fuerte inversión en planes de expansión en los mercados emergentes, mientras que se contuvieron en los países desarrollados. Como resultado del fuerte crecimiento de los ingresos y una adecuada gestión de los gastos, BBVA continúa en las primeras posiciones del sector financiero en eficiencia y esto permite que el margen neto recurrente –que no incluye resultados por operaciones financieras ni dividendos- crezca a tasas elevadas (+15,2% hasta 9.498 millones de euros).
En un año especialmente complicado, BBVA ha podido hacer frente de manera holgada al conjunto de saneamientos crediticios e inmobiliarios realizados durante el ejercicio.
Los indicadores de riesgo se comportaron en línea con lo esperado. La tasa de mora del Grupo BBVA fue del 5,1%, inferior al 6% de media entre los competidores, y la cobertura ascendió once puntos porcentuales en el año hasta el 72%.
En cuanto a solvencia, BBVA demostró su sólida posición y su capacidad para mejorar sus ratios de capital. La ratio core capital, según el criterio de Basilea II, pasó de un 10,3% a un 10,8%. Además, el Grupo ha cumplido con todas las recomendaciones de los supervisores sin vender activos estratégicos.
En un entorno todavía complejo, BBVA presentó una excelente gestión de balance, que mejoró el gap de liquidez en 23.000 millones de euros. Las emisiones de deuda alcanzaron en torno a 14.000 millones de euros y el banco estrenó los mercados de capitales en 2013.
Por áreas de negocio, en España destaca la ganancia de cuota de mercado –tanto en créditos como en depósitos- y la mejora en el diferencial de clientela. El margen de intereses se expandió un 10,1% hasta 4.836 millones de euros, mientras que el margen bruto avanzó un 7,2% hasta 6.784 millones de euros. La contención de los gastos fortaleció el margen neto, que creció un 12,0% en el año hasta 3.967 millones de euros, y mejoró la eficiencia. La tasa de morosidad (6,9%) evolucionó mejor que la media del sistema financiero y la cobertura aumentó hasta un 67%. El resultado atribuido del área fue negativo (-1.267 millones de euros) tras absorber los saneamientos relacionados con el deterioro de los activos inmobiliarios. Sin tener en cuenta estos saneamientos, España ganó 1.211 millones de euros.
Eurasia alcanzó 847 millones de euros de margen de intereses (+5,5%) y su aportación al margen bruto del Grupo BBVA siguió creciendo gracias a las contribuciones de Garanti (Turquía) y CNCB (China), hasta 2.210 millones de euros (+12,7% interanual). El área ganó 950 millones de euros.
La franquicia en México, líder en el país, presentó unos sólidos indicadores, tanto en actividad como en ingresos. La inversión crediticia creció un 6,7% a tipo de cambio constante y los recursos de clientes, un 4,8%. El margen de intereses avanzó un 7,8% a tipos constantes hasta 4.164 millones de euros y el margen bruto, un 5,8% hasta 5.758 millones de euros. Los indicadores de riesgo se mantuvieron estables (tasa de mora del 3,8% y cobertura del 114%). El beneficio atribuido fue de 1.821 millones de euros, un 4% más en euros constantes.
El enorme dinamismo de la actividad en América del Sur se trasladó una vez más a los resultados del área. La inversión crediticia aumentó un 17,7% en euros constantes, mientras que los recursos en balance crecieron un 23%. Todos los márgenes se incrementaron por encima del 20% en euros constantes: el de intereses alcanzó los 4.291 millones de euros (+25,6%), el bruto se situó en 5.363 millones (+21,6%) y el neto fue de 3.035 millones (+26,8%). Estos avances se compaginaron con mejoras en la eficiencia y en el control de riesgos. América del Sur ganó 1.347 millones de euros, un 23,6% más a tipos de cambio constantes.
BBVA Compass reflejó un aumento selectivo en su cartera crediticia (+7,2%). Los depósitos de clientes también se expandieron (+12,9%). La franquicia en Estados Unidos, que incluye BBVA Compass y la oficina de BBVA en Nueva York, presentó unos buenos niveles de calidad crediticia, con la tasa de mora en el 2,4% y la cobertura en el 90%. El área enfocó sus esfuerzos en controlar los gastos, impulsar su plataforma tecnológica y mantener una sólida posición de liquidez. El margen de intereses registró 1.682 millones de euros (+2,8% a tipos de cambio corrientes, -4,7% a tipos constantes) y el margen bruto fue de 2.395 millones de euros (+3,1% a tipos corrientes, -4,2% a tipos constantes). El beneficio atribuido fue de 475 millones de euros.
El agregado de banca mayorista y de inversión, CIB, presentó un beneficio similar al del año anterior (1.049 millones de euros, -0,1% a tipos constantes), apoyado en una sólida franquicia de clientes y en la diversificación equilibrada por geografías. El crédito bruto a la clientela retrocedió un 16,2% como consecuencia del desapalancamiento en los países desarrollados y de la estrategia de CIB de crecimiento selectivo en determinados clientes y carteras.