Discurso del electo Presidente Constitucional de la República del Perú, señor Ollanta Humala, pronunciado hoy durante la entrega de sus credenciales por parte del Jurado Nacional de Elecciones, que lo reconocen como ganador de las elecciones generales del pasado 5 de junio y lo ubican en condiciones de asumir la más alta investidura del país el próximo 28 de julio.
DISCURSO DEL ELECTO PRESIDENTE CONSTITUCIONALDE LA REPÚBLICA DEL PERÚ, SEÑOR OLLANTA HUMALA
Señor Presidente del Jurado Nacional de Elecciones, señores magistrados, autoridades presentes, ciudadanos y ciudadanos, compatriotas, todos ustedes.
Al recibir las credenciales que me otorga el JNE validando los resultados del acto electoral del 5 de junio, deseo expresar mi agradecimiento por este acto y un reconocimiento público, por la realización de un proceso donde se respetó finalmente la voluntad soberana del pueblo peruano, que acudió ese día a expresarse en las urnas democráticamente. Extiendo ese reconocimiento a las tres instituciones del sistema electoral, la RENIEC, la ONPE y el Jurado Nacional de Elecciones que desarrollaron su labor de acuerdo a estándares internacionales.
No obstante, y sobre todo, reconozco y saludo el compromiso de todos los ciudadanos y ciudadanas del Perú que con genuina convicción democrática votaron en las dos vueltas electorales, evidenciando su temple democrático a pesar de la crispación de la campaña electoral.
Recibo estas credenciales embargado por una variedad de sentimientos. El júbilo de haber culminado con éxito una prolongada campaña electoral, es grande. Pero es más inmensa la gratitud hacia los peruanos que me han honrado con su apoyo. Sus votos, que interpreto como una muestra de confianza y de demanda de cambio históricamente negado, serán honrados.
No puedo dejar de reconocer públicamente el apoyo de miles de mujeres y hombres del Perú que se adhirieron a Gana Perú y se abocaron a una campaña llena de sacrificios y dificultades. También a quienes sin pertenecer a nuestras filas se sumaron a nuestra causa con confianza, respeto y dedicación.
Reconozco igualmente a los líderes y militantes de otros partidos nacionales y movimientos regionales que, a pesar de las diferencias,contribuyeron decididamente con su adhesión a difundir nuestro mensaje. A las personalidades democráticas y a las organizaciones sociales que compartieron nuestros compromisos y nos alentaron con su voz en la calle y con sus palabras a través de las redes sociales.
Y claro, como no, un reconocimiento muy emocionado a mi familia por su comprensión y aliento y a Nadine una infinita gratitud que no se alcanza con las palabras y que solo cabe en el amor.
También saludo a quienes no votaron por nosotros. Considero que ese voto, genuinamente democrático, es un compromiso para el objetivo de lograr una patria donde la justicia y la prosperidad para todos finalmente se hermanen. Ese voto debe ser tenido muy en cuenta en tanto significa la expresión de una parte muy importante y vital del país.
En tal medida, considero que tanto quienes me honraron con su voto y los que no lo hicieron, nos han recordado el imperativo de gobernar con humildad y con prudencia, procurando que las divisiones expresadas en la contienda electoral queden atrás.
También tomamos nota del pronunciamiento de las regiones, provincias y distritos del país que nos han honrado con un mandato electoralcon masiva y abrumadora mayoría. Esos votos nos transmiten el imperativo de la esperanza y nos recuerdan que el Perú lo forman las personas pero también territorios en una buena parte, abandonados por el Estado y excluidos del desarrollo.
Asumiendo formalmente hoy la condición de Presidente Electo del Perú, quiero reiterar el compromiso que ser el Presidente de todas las peruanas y peruanos y que mi gobierno aspira a reconciliar el país. Esta reconciliación, se ha dicho hasta el cansancio, solo será posible con menos pobreza, más equidad, más derechos, más empleo, más inversión y más democracia, es decir, crecimiento con inclusión social en democracia.
Es hora de poner fin a la falsa disyuntiva de crecimiento económico versus equidad, de prosperidad versus justicia. Somos un país bendecido por la naturaleza como pocos otros en el mundo. Tenemos un pueblo generoso y laborioso que diariamente responde a los desafíos de la pobreza y la falta de oportunidades. En el Perú hay recursos y prosperidad para todos, pero tenemos que aprender a ser más solidariospara sembrar un bienestar colectivo que nos permita estar finalmente “juntos, al borde de una mañana eterna, desayunados todos” como decía Vallejo.
En tal medida un inmenso desafío de la sociedad peruana y no solo del Estado y de los políticos, es acompañar el crecimiento económico, que no debe detenerse, con el crecimiento social y fortalecimiento moral de la nación.
Para ello nuestra tarea no puede ser otra que la democrática. En ese sentido ratifico ante ustedes lo señalado el 20 de mayo pasado en el Juramento a la Nación, donde asumí compromisos de honda significación. Reitero nuestro respeto a la alternancia en el poder, a la independencia de los otros poderes del Estado y a la libertad de expresión, que debe ser defendida, protegida y estimulada.
También reitero nuestra disposición de emprender los cambios ofrecidos para lograr una distribución más justa de los recursos económicos del Perú para una mayor inclusión económica, social, étnica, geográfica y cultural de todos los peruanos respetando siempre los procesos propios del estado de derecho, y teniendo siempre presente la importancia de no arriesgar sino de estimular el sostenido crecimiento económico que vive el país.
Ratifico mi voluntad de prevenir y solucionar los conflictos sociales garantizando al mismo tiempo las inversiones y la explotación de recursos naturales con respeto a los derechos y libertades de los pueblos indígenas y de las poblaciones locales, junto con los estándares de medio ambiente que no solo demandan la ley nacional y los convenios internacionales sino, sobre todo, las generaciones futuras.
Ratifico mi compromiso con los derechos humanos, con la lucha contra la corrupción y mi firme decisión de combatir la inseguridad ciudadana, el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado y reitero nuestra voluntad de llevar a cabo una política internacional de buenas relaciones con todos los países de la región.
Todos los pueblos de esta parte de nuestra América son hermanos, con un solo pasado y con un solo futuro, y así debe ser entendida nuestra vocación de contribuir a la integración regional y subregional. Nuestra visión de hermandad no se agota en un país; es una aspiración que nos conduce por los caminos del fortalecimiento de los instrumentos de integración vigente en la región, particularmente la Comunidad Andina de Naciones, la Unión Sudamericana de Naciones y el Mercosur.
Amigas y amigos:
Gobernaremos con responsabilidad y coherencia con el programa electoral que ha recibido la confianza ciudadana. Debe acabarse la práctica muy común de que termina gobernando un programa que no ha ganado. Considero que un principio básico que hace legítima a la democracia es que se cumplan las promesas y que se lleve a la práctica el programa por el que votó el pueblo.
Eso no significa que no tengamos vocación de amplitud para construir un gobierno de ancha base, abierto al diálogo y a la concertación, dispuesto a escuchar y ajeno a la venganza. El país necesita un rumbo firme que conserve lo que ha ganado en 10 años de democracia pero también un gobierno fuerte que garantice el crecimiento y que realice gradualmente los cambios prometidos.
En las siguientes semanas continuaremos encontrándonos con los representantes del Estado y de la sociedad. En las reuniones llevadas a cabo he podido advertir un ánimo de diálogo y una voluntad de cooperación con el nuevo gobierno, lo que agradecemos. Continuaremos el encuentro con los gobernantes de países hermanos y seguiremos abocados a la tarea de la transferencia del gobierno.
Con calma pero con decisión, anunciaremos en su momento la composición del gobierno, sin ceder ni al apuro ni a la presión. El Presidente Electo no tiene más compromisos que aquellos asumidos ante el pueblo peruano. Reitero a todos los peruanos nuestro agradecimiento. Nos preparamos para asumir un gobierno que será para todos. Tengo fe en el Perú y en los peruanos