Garrigues Walker: «Hemos comprobado a pequeña y gran escala que en los países las cosas mejoran cuando hay transparencia»
Ángel Pes: «La corrupción distorsiona los mercados, incrementa los costes para las empresas»
Por Javier Ruipérez/Ethic.-La transparencia es un requisito fundamental para el buen funcionamiento de las sociedades libres, una condición sine qua non dentro de cualquier sistema democrático. La ciudadanía no puede desarrollar una auténtica y profunda conciencia cívica que impulse el progreso social sin información accesible y veraz. Si hay un denominador común en los regímenes totalitarios, más allá de la brutalidad y represión, es la falta de transparencia, la desinformación.
«Hemos comprobado a pequeña y gran escala que en los países las cosas mejoran cuando hay transparencia», explica a Ethic Antonio Garrigues, presidente en España de la ONG Transparencia Internacional. Aunque es cierto que en los últimos meses el debate se ha centrado en la Ley de Transparencia del Gobierno, que afecta sobre todo al estamento público y que podría ser una herramienta clave en un país donde no existe una norma obligatoria dentro de la UE como es la Ley de Acceso a la Información Pública, el papel del sector privado dentro de las sociedades libres resulta también esencial.
«Los abusos que la crisis económica ha dejado al descubierto han incrementado la demanda de transparencia, esa propiedad de la materia que la sociedad desea aplicar no sólo al ejercicio de los poderes públicos, sino también de las actividades privadas», explica el presidente de la influyente Asociación de Directores de Comunicación (Dircom), José Manuel Velasco.
Cuando hace unos meses Ethic entrevistó al diputado Josep Antoni Durán i Lleida, uno de las demandas que transmitió fue la necesidad de «una mayor transparencia en el sistema financiero». «En un momento como el actual, en el que la reputación del sector financiero está siendo tan cuestionada, es fundamental, ser lo más transparente y lo más dialogante posible con sus grupos de interés», apunta Ángel Pes, presidente del Pacto Mundial de Naciones Unidad en España y director de Responsabilidad Corporativa y Marca de CaixaBank.
Como director de RSC de CaixaBank, Pes hace un repaso de las medidas que la entidad ha llevado a cabo para reforzar esta dimensión: desde el Comité de Transparencia de Instrumentos Financieros -«que tiene la responsabilidad de garantizar las políticas de salvaguarda de activos de los clientes y de evitar conflictos de interés»- hasta la Política de Comunicación Comercial, el Código Ético o las recomendaciones del Código Unificado de Buen Gobierno que en su día impulsó el entonces presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Manuel Conthe. «Son políticas para contar con la confianza de los inversores nacionales e internacionales», mantiene Pes.
«Todos tenemos la responsabilidad de ponernos manos a la obra para combatir la corrupción. El sector privado también puede salir enormemente beneficiado de la adopción de medidas eficaces contra la corrupción. La corrupción distorsiona los mercados, incrementa los costes para las empresas y, en última instancia, castiga a los consumidores», añade.
En esta dirección se expresa también Velasco, el presidente de Dircom: «Hay que convencer a los poderes públicos y privados que el ejercicio de la transparencia no sólo es un antídoto contra las conductas indebidas, sino una oportunidad para generar valor en forma de credibilidad, confianza, respeto y compromiso.
La Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas ha desarrollado una Guía Práctica para la gestión de riesgos y herramientas de implantación en lucha contra la corrupción y promoción de la transparencia. Se trata de la primera herramienta de estas características desarrollada en nuestro país, que permite a las entidades disponer de soluciones concretas, modelos y ejemplos reales para gestionar sus riegos en corrupción y promover la transparencia dentro de su modelo de negocio.