Por Grupo Navega.-A las 18h35, a la luz del sol poniente, Armel ha cruzado la línea de llegada de la Vendée Globe por segunda vez en su carrera, a tan solo 3 horas y 17 minutos del vencedor, François Gabart. El patrón del Banque Populaire siempre ha estado en los puestos de cabeza, a la altura de sus aptitudes de regatista y a la potencia de su barco.
La decepción de no haber podido mejorar su resultado de 2009, cuando también acabó en segunda posición, se ha visto compensada por la satisfacción del trabajo realizado y la felicidad de la llegada. He aquí sus principales declaraciones durante la rueda de prensa celebrada después de su baño de masas en la entrada del puerto de Les Sables d’Olonne.
“Acaba francamente bien. He vivido una magnífica remontada del canal con este público increíble. No te acostumbras a ese entusiasmo. He trabajado mucho hoy para llegar a tiempo para estar con ese público, porque sabía que había gente. Es una locura”.
Al haber vivido ya la llegada, ya sabes de qué va. No es la misma emoción. La otra vez era un poco la liberación de llegar, porque ya no me quedaba comida y el tiempo era muy malo. Ahora estaba mejor y mi única preocupación era entrar en el canal ( tenía una hora límite porque la marea estaba bajando).
Mi única decepción es mi posición. Vine para hacerlo mejor. Al salir, confiaba en el material y en mi capacidad para estar en los puestos delanteros. Sabía que había hecho una buena preparación, y se ha visto durante la regata. La pelea ha sido super-intensa, incluso si Vincent (Riou) tuvo que retirarse pronto. Una de mis satisfacciones ha sido mi ritmo en el Sur. Hace cuatro años me sorprendieron la dureza y la velocidad de los primeros. Este año impuse el ritmo, fue muy rápido y no hubo momentos de descanso. Cuando pasé Hornos, me dije que el recorrido que habíamos hecho era el bueno.
Para mí la regata se decidió a la altura de Brasil y no en el cabo de Hornos. Después del cabo de Hornos y antes del estrecho de Le Maire, había recuperado a François. En el estrecho, por la noche, se rompió mi lasching del genáquer y perdí dos horas reparándolo. Al día siguiente François tenía 20 millas de ventaja y después 40. Creía que podía alcanzarlo, pero el viento me roló mal durante cinco horas, y François no tuvo ese cambio de viento. Creo que la regata se decidió entonces y hoy se confirma, con las tres horas de diferencia. Pero es el juego de las regatas oceánicas y un aplauso para François.
He tardado 11 días menos que hace cuatro años. Es mucho, pero de momento no me doy cuenta. Las emociones no son las mismas que hace cuatro años. Hace cuatro años había adelgazado y estaba contento de acabar. Ahora estaba en forma. Esta tarde estaba decepcionado. Al salir, el objetivo era ganar. Acabar a pocas horas da rabia. Pero con la remontada del canal la decepción ha pasado y estoy contento de lo que he hecho, no tengo de qué avergonzarme. François ha sido mejor, ha ganado y ha hecho una super-regata. Estoy orgulloso de mi barco y de mi equipo, que ha hecho un trabajo magnífico.