- El crecimiento mundial alcanzará 3,5% en 2013, frente al 3,2% registrado en 2012
- Los riesgos de crisis están atenuándose, pero persisten riesgos considerables a la baja
- Los mercados emergentes, los países en desarrollo y Estados Unidos son las fuentes principales del crecimiento
El crecimiento mundial se afianzará gradualmente en 2013, anuncia el FMI en la actualización de las Perspectivas de la economía mundial (informe WEO), a medida que empiecen a ceder las restricciones que pesan sobre la actividad económica. Pero la recuperación es lenta, y el informe hace hincapié en que las políticas tienen que abordar los riesgos a la baja para afirmar el crecimiento.
Según la actualización, las medidas de política adoptadas han reducido los graves riesgos de crisis en la zona del euro y Estados Unidos. Los planes de estímulo de Japón ayudarán a estimular el crecimiento a corto plazo al sacar al país de una recesión transitoria. Las políticas eficaces también han permitido apoyar un moderado repunte del crecimiento en algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo. Y la recuperación en Estados Unidos sigue bien encaminada en términos generales. Se proyecta que el crecimiento mundial aumentará de 3,2% en 2012 a 3,5% este año, lo que equivale a una revisión a la baja de apenas 0,1 puntos porcentuales con respecto al informe WEO de octubre de 2012.
Si los riesgos de crisis no se materializan y las condiciones financieras siguen mejorando, el crecimiento mundial podría ser más vigoroso de lo proyectado, señala el informe. No obstante, los riesgos a la baja siguen siendo significativos, y entre ellos cabe mencionar un estancamiento prolongado en la zona del euro y un excesivo ajuste fiscal a corto plazo en Estados Unidos.
Leve mejora de las condiciones
El informe indica que las condiciones económicas mejoraron levemente en el tercer trimestre de 2012, gracias a la evolución en las economías de mercados emergentes y en Estados Unidos. Las condiciones financieras también mejoraron, dados el descenso de los costos de endeudamiento para los países en la periferia de la zona del euro y el repunte de muchos mercados bursátiles. Pero la actividad en la periferia de la zona del euro fue aún más floja de lo previsto, observándose una propagación de algunas de las debilidades al núcleo de la zona del euro. Japón, por su parte, entró en recesión en el segundo semestre del año.
Pronósticos prácticamente invariables, salvo para la zona del euro
El FMI revisó a la baja su pronóstico a corto plazo para la zona del euro, previendo ahora que la región se contraerá levemente en 2013. Si bien las medidas de política han atenuado los riesgos y mejorado las condiciones financieras para los gobiernos y bancos en las economías de la periferia, las medidas aún no se han traducido en una mejora de las condiciones de endeudamiento para el sector privado. La persistente incertidumbre acerca de la resolución definitiva de la crisis financiera mundial, pese al continuo avance de las reformas de las políticas, también podría empañar las perspectivas de la región.
El FMI pronostica un crecimiento de 2% para Estados Unidos este año, es decir, sin cambios en términos generales con respecto al informe WEO de octubre 2012. Un entorno favorable en el mercado financiero y la recuperación del mercado inmobiliario promoverán el crecimiento del consumo. Aunque Japón ha caído en recesión, las perspectivas a corto plazo para ese país tampoco han variado, gracias al programa de estímulo y a un mayor relajamiento monetario que reforzarán el crecimiento. Se prevé que las economías de mercados emergentes y en desarrollo crecerán 5,5% este año, es decir, en línea con lo pronosticado en términos generales en el informe WEO de octubre de 2012.
Las políticas tienen que abordar los riesgos sin demora
Según el informe, la zona del euro continúa planteando fuertes riesgos a la baja para las perspectivas mundiales. Si bien una crisis aguda es ahora menos probable, “los riesgos de un estancamiento prolongado en toda la zona del euro aumentarán si no se mantiene el ímpetu de las reformas”, señaló el FMI. Para atajar este riesgo, el informe insiste en la necesidad de que continúen los programas de ajuste en los países de la periferia, y de que estén respaldados con la activación de “cortafuegos” para evitar el contagio y con nuevas medidas a favor de la unión bancaria y la integración fiscal.
En el caso de Estados Unidos, el FMI hizo hincapié en que “la prioridad consiste en evitar una consolidación fiscal excesiva a corto plazo, elevar sin demora el tope de la deuda y acordar un plan creíble de consolidación fiscal a mediano plazo, que se centre en la reforma de las prestaciones y el sistema tributario”. El informe asimismo subraya la importancia de una estrategia creíble de consolidación fiscal a mediano plazo en Japón. Sin dicha estrategia, advirtió el FMI, “el programa de estímulo entraña graves riesgos. Específicamente, la recuperación inducida con medidas de estímulo podría ser efímera, y las perspectivas de la deuda podrían deteriorarse considerablemente”.
En el caso de las economías de mercados emergentes y en desarrollo, el informe destaca la necesidad de recomponer el margen de maniobra de la política macroeconómica, y señala que “el ritmo adecuado para recomponerlo tiene que conjugar los riesgos externos a la baja con los riesgos de crecientes desequilibrios internos”.