Sostres: “No estamos en disposición de dejar pasar la ocasión de reformar el sistema escolar español”

Sostres: “No estamos en disposición de dejar pasar la ocasión de reformar el sistema escolar español”

“Ha llegado el momento de dar el salto cualitativo hacia una autonomía efectiva del centro escolar”

  • “El itinerario elegido por el Gobierno para tramitar la LOMCE lo considero negativo por su opacidad, que no facilita el acercamiento de las fuerzas políticas”
  • “La Ley es muy mejorable, en aspectos como las pruebas nacionales, el Bachillerato de 3 años y el impulso al ciclo de 0-3 años”

 

Gijón/Xixón.- El diputado nacional de FORO, Enrique Álvarez Sostres, ha analizado hoy los aspectos más relevantes del anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), en una conferencia pronunciada en el Ateneo Jovellanos de Gijón, en la que defendió que “no estamos en mi opinión, ni en la opinión de muchos expertos internacionales, en disposición de dejar pasar la ocasión de reformar el sistema escolar español”.

En esta reforma, afirmó Álvarez Sostres, se deben “mantener las fortalezas y atacar las debilidades” del actual modelo educativo español. Entre las primeras, citó: “España ha alcanzado tasas cercanas al 100% en la escolarización de alumnos entre los 3 y los 16 años; mejora en las últimas décadas al comprobar que el porcentaje de alumnos con 14 años y resultados positivos ha pasado del 46,6 al 83,9%, es decir 37 puntos; fuerte impulso a la educación de la mujer denotado en la finalización de la ESO, que asciende a 41,6 puntos frente a 23,1 de los hombres; y mejora general del sistema de becas y ayudas al estudio, al ser considerado este por ley un derecho de los estudiantes en función de su situación económica y su rendimiento académico”.

Junto a estos aspectos positivos, resaltó entre las debilidades los “resultados internacionales desfavorables” en las distintas encuestas que miden el nivel educativo de los escolares, además de: “Baja tasa de población que termina la ESO; alta tasa de abandono escolar temprano; baja tasa de alumnos excelentes; y las grandes diferencias entre Comunidades Autónomas en los resultados académicos, que crea un problema estadístico nacional”.

Todo esto  induce a Sostres a analizar que, “si consideramos a la educación básica, tal como está configurada a pesar de su ampliación hasta los 16 años, no podemos considerarla como final de etapa, hablando en términos de empleabilidad, es claro que el sistema no les da la herramientas oportunas para la inserción profesional”.

Con respecto a la reforma legislativa en marcha, el diputado de FORO afirmó que “resulta clave no solo cómo se estructuran los ciclos de enseñanza y qué se enseña, es decir los tramos educativos y el currículum, sino también son fundamentales el cómo se enseña y en qué organización escolar, el cómo se aprende, en un marco que tiende a alejarse de la recentralización autonómica presente para ir hacia un marco de autonomía escolar real, tras casi 30 años de legislación educativa originada  en la constitución de 1978. El reto de mejorar la eficiencia y la calidad de nuestro sistema hace imprescindible una nueva concepción educativa que facilite la flexibilidad y la adaptación de nuevas organizaciones escolares, nuevos perfiles profesionales y directivos, que lleva aparejado necesariamente la concesión de un espacio propio de autonomía a los centros. Una autonomía real y no retórica de los centros escolares”.

En este sentido, aseguró que “ha llegado el momento de dar el salto cualitativo hacia una autonomía efectiva del centro escolar que convierta el modelo centralista gestionado por el Ministerio de Educación antes y por las Consejerías de Educación ahora”. Una autonomía que, en su opinión, debería desarrollarse en cuatro campos: curricular, organizativo, económico y de gestión de personal.

Aseguró, asimismo, que “la Ley es muy mejorable en muchos otros aspectos”, entre los que citó las pruebas nacionales, la implantación del Bachillerato de 3 años y el impulso al ciclo de 0-3 años.

También se refirió Sostres al contexto en que se está desarrollando el diseño y comunicación del anteproyecto, aspecto sobre el que no ocultó “mi pesimismo y mi valoración negativa del procedimiento metodológico”. “El itinerario elegido lo considero negativo por su opacidad. Hasta el 14 de diciembre, no fue presentado en el Congreso el segundo anteproyecto, con la primera comparecencia del Ministro al respecto. El primero fue directamente remitido el 6 de julio al Congreso, sin ningún tipo de comparecencia. Esta opacidad les sirve a los gestores y responsables políticos, para argumentar sus cambios con el eslogan ‘de las opiniones recibidas’  producen los cambios en el texto. Pero yo me pregunto qué opiniones o de quién, porque esto tiene mucha importancia”, explicó.

Añadió que “el oscurantismo, la opacidad y el desconocimiento de las fuentes, no facilitan el acercamiento de las fuerzas políticas, ya de por sí difícil por el carácter tradicionalmente guardián de la ortodoxia educativa por parte de la izquierda y por la dificultades con los nacionalistas, en el problema de la lengua oficial y de las pruebas nacionales que arañan la sensibilidad nacionalista”.

 

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