El Secretario General, Ban Ki-moon, deploró la decapitación de una empleada doméstica menor de edad en Arabia Saudita, ejecutada el viernes en lo que a toda luz es un asesinato 'legal'. La indefensa mujer fue golpeada en el cuello con la espada recibiendo varios machetazos, puñetazos en la cabeza y apuñalada en el cuello mientras se prolongaba su agonía.
La joven, Rizana Nafeek, de 16 años de edad, había llegado a ese país procedente de Sri Lanka una semana antes, y fue condenada a la pena capital por la muerte súbita del bebé que cuidaba.
Ban recordó que en Arabia Saudita las mujeres no tienen igualdad de acceso a la justicia y remarcó que esa situación es todavía más precaria en el caso de las trabajadoras extranjeras.
La Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, así como varios relatores expertos en las garantía fundamentales, se sumó a la consternación por la ejecución de la trabajadora.
El portavoz en Ginebra de la Alta Comisionada, Rupert Colville, señaló que han recibido informes sobre irregularidades en la detención y juicio de la menor.
“Incluyen el hecho de que no fue asistida por un abogado en las fases claves de los interrogatorios y el proceso, el acceso a un intérprete también fue escaso y Nafeek fue agredida y la obligaron a firmar una confesión”, indicó Colville. (Con información de ONU)