Madrid,. - La Casa de Galicia, sede institucional de la Xunta en Madrid acogió hoy la inauguración de la muestra de pintura y escultura del artista lucense José María Lugilde, con el enigmático título, “KONFIGURACIONES KÁRMICAS LUGILDIANAS”. Lugilde ofrece una selección de su obra en la que incorpora el “Kousismo”.
La presentación del acto corrió a cargo del coordinador de actividades Culturales de la Casa, Ramón Jiménez Pérez y en ella también el autor explicó algunos “konceptos” de su obra.
Jiménez comentó que “José María Lugilde es lucense de la cosecha del 44, y en el 68 emigró a Brasil, donde continuó los estudios de dibujo y pintura que había iniciado en la Fundación Bolaño Rivadeneira de Lugo, ampliados a los de grabado, escultura y diseño industrial, y a mediados o finales de los setenta retornó a Galicia, imaginamos que muy enriquecido de conocimientos y experiencias”. Ya en 2003 expuso en la Casa, una muestra que tituló “VISIÓNSS”, con doble S porque a Lugilde “le gusta jugar con las palabras tanto como con los materiales con los que realiza sus obras”, manteniendo “la misma línea surrealista”.
Después de diez años, José María “sigue siendo el mismo iconoclasta de siempre, provocador, irónico, surrealista y genial.” Para Jiménez, “José María sigue siendo un niño grande que no ceja en su empeño de querer cambiar el mundo mediante la práctica de la filosofía del Kousismo, también con K, que básicamente consiste “en la integración de cosas en la obra, de tal manera que no dañe el motivo por saturación, sino que ayude y complemente el mensaje que pretende difundir y expresar”, según palabras de Adolfo de Abel Villela en el prólogo al catálogo elaborado para la ocasión.
Las obras de Lugilde tienen mensajes con los que expresa una crítica social para dejar patente su disconformidad con algunos aspectos del mundo actual como el maltrato que sufre la naturaleza y que él simboliza con la escultura de “El kabreo de Gaia” o el afán de mandar en “La erótika del poder”.
El artista, tras los agradecimientos, explicó el concepto de “Kousismo”, una variante plástica en la que estudia detenidamente cada pequeña cosa que unirá a la obra hasta que forme parte de ella. Ese objeto nunca aparece con su forma original ya que es tranformado para ajustarlo al lugar exacto “para el que ha sido destinado”. Una vez aclarado este punto, también se refirió a lo “intrínseco”. “Le doy a mi obra el valor en toda su espiritual y para ello me baso en un pensamiento abierto, crítico y evolutivo quizás movido por inquietudes llenas de sensibilidades filosóficas sociales, con pellizcos de ironía que me llevan a cuestionar casi todo”, dijo.
La muestra de Lugilde, que podrá verse hasta el primero de febrero, la componen un total de 22 obras.
s. De ellas 18 son cuadros, la mayoría surrealistas y cuatro esculturas. El color, los estudiados trazos y el “kousismo” son la nota en común, su sello propio e intrasferible.