Asturias.-La jornada del martes quedará en la historia de los FFCC españoles como la cara y la cruz la de Alta Velocidad Española. La triunfante jornada inaugural del AVE Barcelona-Francia, con un presidente del Gobierno español presumiendo de que el AVE que posterga en Asturias es la garantía de modernidad para España (será que el Principado no está en el mapa...español) y un Artur Mas quejándose de que Cataluña es la Comunidad con menos infraestructura en materia de comunicaciones (con toda Cataluña conectada en Alta Velocidad), tuvo como antesala un viaje de pesadilla con casi diez horas de duración desde Gijón hasta Madrid y seiscientos pasajeros atrapados horas a oscuras y sin calefacción en un túnel. Para colmo, en una actitud despectiva para los viajeros procedentes de Asturias tanto en tren como en avión, a la llegada de los exahustos viajeros, muchos niños entre ellos, a la capital del Reino, ni siquiera había taxis o autobuses para su traslado a destino.
Gaspar Llamazares, diputado de IU por Asturias, ya ha presentado en el Congreso varias preguntas al Gobierno para que explique las causas de la avería y el retraso, recordando que en el 5% de las circulaciones realizadas en el tramo de Ave entre Madrid y Valladolid se registran demoras. "Los nuevos servicios de alta Velocidad (AVE) Madrid-Valladolid y Madrid-Málaga vienen registrando retrasos puntuales desde su inauguración y afectan a alrededor del 5% del total de circulaciones realizadas hasta ahora, con demoras de hasta 40 minutos", recuerda en su interpelación.
Pero no debería de ser el único. Asturias, la única isla peninsular de Europa, con sus comunicaciones ferroviarias precisadas de renovación urgente desde hace ya más de medio siglo, y con sus salidas al Noroeste y a Cantabria sin finalizar desde hace 30 años, que además no tiene una salida a la meseta practicable (Pajares no es admitida por la UE como tal y por la A-66 hay que pagar altísimas tasas de peaje) no puede seguir indefinidamente condenanda a la extinción en beneficio de Galicia. Algo que también a primera hora de ayer, es cierto, ha denunciado el presidente de FORO, Álvarez-Cascos. Sería deseable, pues, que el resto de las fuerzas políticas unan sus voces a la reclamación que unánimente el pueblo asturiano y los empresarios vienen haciendo --sin ser escuchados-- desde hace más de 30 años. Y que lo hagan --y voten-- en el Congreso, no sólo aquí.