Beirut.-El todavía presidente de Siria, Assad, envalentonado por el apoyo recibido de Rusia, China e Irán, que agradeció calurosamente, aseguró hoy en su primera intervención pública desde hace meses, que proseguirá la matanza de civiles porque "la reforma política es un factor, pero no toda la solución" y que "sin seguridad, no se pondrá fin al conflicto". Afirmó no descartar una solución política, pero también que "no hemos encontrado el socio adecuado" por lo que proseguirá hasta eliminar físicamente la amenaza de los terroristas de Al Quaeda y sus cómplices intelectuales, dando a entender tambièn que el riesgo de la revolución, que compromete la integridad del territorio, es mucho peor que "el riesgo físico".
El fracaso de los intentos mediadores por parte de la ONU y la Liga Árabe, que no han servido más que para ganar tiempo mientras Assad prosigue masacrando a las ciudades rebeldes con más de 30.000 muertos hasta el momento, han servido al régimen del dictador para fortalecerse militarmente. El presidente sirio señaló hoy también que una eventual vía de diálogo pasaría por desarmar a la coalición opositora, algo a lo que se oponen, lógicamente, los llamados "redeldes", dado que su resistencia es lo único que ha evitado hasta ahora el arrasamiento total a sangre y fuego de ciudades enteras en las que las tropas de Asaad bombardean indiscriminadamente a mujeres y niños seleccionando cuidadosamente objetivos civiles como panaderías, mercados o gasolineras. Assad grabó su intervención televisiva en el teatro principal de Damasco, aclamado por una legión enfervorizada de fieles.
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