En la operación se han detenido a 34 personas de nacionalidad china e incautados bienes por más de 11 millones de euros
La red introducía por el puerto de Valencia contenedores cargados con tabaco y otros productos falsificados que luego distribuía en Francia, Portugal, Italia e Inglaterra
Para blanquear 40 millones de euros anuales, producto de su actividad ilícita, se valían de un holding de empresas en China, entre las que figuraban una red de cerca de 1000 lavanderías
La Guardia Civil, en el transcurso de la operación LONG llevada a cabo en Madrid, Valencia, Cádiz, Sevilla, Huelva, Barcelona y A Coruña, ha desmantelado el principal grupo criminal vinculado a la comunidad china asentada en nuestro país, que habría desempeñado su actividad en España desde finales de los años 90.
Durante la operación, los agentes han detenido a 34 personas de nacionalidad china y se han incautado bienes vinculados al grupo por valor de más de 11 millones de euros.
Las investigaciones, realizadas por el Grupo de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, se iniciaron en el año 2007 tras tener conocimiento de la actividad criminal de esta organización en nuestro país.
Mediante el contrabando de tabaco, importación de productos textiles y otras actividades ilícitas, la organización estaba obteniendo millonarios beneficios económicos que posteriormente enviaban a su país. En China otra rama de la organización, valiéndose de un holding o entramado empresarial compuesto por más de 30 empresas entre las que destacaría una cadena de cerca de 1000 lavanderías repartidas por todo el país, se encargaba del blanqueo del dinero.
Otra de las actividades de la red consistía en ofertar su plataforma ya constituida a otras organizaciones criminales, para que pudieran blanquear el dinero obtenido en sus actividades.
A través de la investigación se pudo determinar que cada mes introducían en España, a través del puerto de Valencia, de 4 a 6 contenedores cargados con material falsificado (tabaco, prendas textiles, marroquinería, etc.) que posteriormente comercializaban en España, Francia, Portugal, Italia e Inglaterra. Su actividad generaba a la red unos importantes beneficios, los que podrían superar los 40 millones de euros al año.
Poseían la capacidad de "lavar" su propio dinero a través de distintos procedimientos, entre los que destacarían la evasión del dinero físico mediante mulas o correos que lo trasladaban ocultos entre sus ropas o enseres, elevado número de transferencias bancarias no superiores a los 20.000 €, utilizando personas interpuestas, prestamos a compatriotas asentados en España, etc.
La organización, liderada por una familia china, utilizaba para determinados actos ilícitos a ciudadanos de su misma nacionalidad vinculados a la misma gracias a los favores prestados para su entrada en territorio español bajo oferta de trabajo, que era desarrollado en algunas de sus empresas en condiciones precarias e irregulares.
Una vez que estas personas llegaban a España, la red les retiraba el pasaporte ejerciendo de esta manera un mayor control sobre ellos.
Igualmente, en algunas ocasiones la organización les prestaba dinero a muy alto interés y en otras, abría cuentas bancarias a nombre de estas personas mediante las cuales blanqueaban dinero.