Milanov: “Nuestro Cascanueces es una oportunidad para los niños de encontrarse con la música, la danza y el teatro”

• El programa navideño de la OSPA cuenta con la participación del muñeco Evaristo, Gustavo Moral y alumnos de la ESAD y PD

Oviedo/AM. – La OSPA trae el mágico mundo de El Cascanueces a la programación musical navideña de Asturias. El Concierto de Reyes es, en palabras del maestro Rossen Milanov, “una oportunidad para los niños de encontrarse con la música, la danza y el teatro”. El titular de la sinfónica asturiana hizo estas declaraciones en la presentación hoy del programa navideño junto a Gustavo Moral y Evaristo, los narradores de El cascanueces; Ana Serna, jefa de estudios adjunta de la ESAD y PD, y Ana Mateo, gerente de la OSPA.

Evaristo, encargado además de las notas al programa, comentó en la presentación que en el concierto se contará la historia del cascanueces según E.T.A. Hoffmann, el autor de la historia; Alejandro Dumas, el autor de la versión que inspiró a Chaikovski. El muñeco adelantó que este concierto estará plagado de regalos como “preludio a la noche de Reyes”. Aunque prometió no abrir ninguno hasta mañana. El concierto se celebrará mañana, 5 de enero, a las 12 horas, en el Auditorio Príncipe Felipe.

Junto a Evaristo y Gustavo Moral, estarán alumnos de 1º, 2º y 3º de Baile de la ESAD y PD. Ana Serna señaló la gran oportunidad que tienen estos jóvenes “de poner en escena unas coreografías que estudian durante el curso, y trabajar con profesionales; es una gran experiencia”.

Ana Mateo, por su parte, destacó que preparando este programa “nos hemos divertido, y esperamos que el público que venga mañana a vernos se diviertan mucho”. Para la gerente de la OSPA, “el público infantil es muy honesto por lo que para nosotros es un reto”.

El cascanueces es un cuento de hadas-ballet en dos actos y tres escenas compuesto por Piotr Ilich Chaikovski, quien puso música a la adaptación que Alejandro Dumas (padre) hizo del cuento El cascanueces y el rey de los ratones, de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. En los países occidentales El cascanueces se ha convertido quizá en el más popular de todos los ballets.

El ballet se estrenó el 18 de diciembre de 1892 en el Teatro Mariinski en San Petersburgo. Marius Petipa dirigió la coreografía específicamente para la primera representación. El ballet fue dirigido por Riccardo Drigo, con Antonietta dell’Era como el Hada de Azúcar, Pável Gerdt como el Príncipe Koklyush, Stanislava Belínskaya como Clara, Serguey Legat como el Príncipe Cascanueces y Timofey Stukolkin como Drosselmeyer.

La primera representación completa del ballet fuera de Rusia se realizó en Inglaterra en 1934, puesta en escena por Nicholas Sergeyev, según la coreografía original de Petipa. Una versión abreviada del ballet, por el Ballet Ruso de Montecarlo y con Alexandra Fiódorova como coreógrafa, se presentó en Nueva York en 1940, también según la versión de Petipa. La primera representación en EEUU fue en 1944, representada por el Ballet de San Francisco. El Ballet de la Ciudad de Nueva York estrenó el montaje teatral de El cascanueces a cargo de George Balanchine en 1954. Como consecuencia, se difundió la tradición de bailar El cascanueces durante la Navidad.

            En Nochevieja, en casa del Sr. y la Sra. Stahlbaum y sus hijos Maria y Fritz, la familia y los amigos se reúnen para festejar la noche. Los niños reciben sus regalos y el abuelo de María, Drosselmeyer, le da a ésta un extraño juguete: un cascanueces de madera tallado en forma de soldado. A medianoche, cuando los festejos han acabado, todos los juguetes cobran vida mágicamente. El cascanueces crece y toma el mando de los soldados de hojalata y vuela a rescatar a María quien se encuentra amenazada por el Rey Ratón y su ejército de roedores.