Por Manuel García Linares.- Uno, en su rutinaria vida, va dejando que pasen los años, por alguno de los costados, apenas sin enterarse, sobre todo ahora que las estaciones se han desdibujado e intercambiado, de tal forma que unos “brotes verdes”, no siempre son indicio de la nueva sabia primaveral sino que son caprichos de políticos visionarios de nuevo corte; la cuestión es que la primavera se mezcla con el invierno y el otoño con el verano y esos brotes pueden ser invernales, en vez de primaverales, por eso del “cambio climático” que tan buen resultado le ha dado a Al Gore, disfrutando de nuestros fondos públicos, a través de sus conferencias, y reírse un poco de nuestra candidez y simpleza, vendiéndonos todo aquello que ha sido el incapaz de resolver cuando tenía un alto cargo en la Casa Blanca.
Ya llegamos al 2013, y de pronto te das cuenta, que llevas muchos años entrando en el nuevo año sin enterarte de la puerta por la que has pasado. Hace años las navidades eran blancas, en nuestras latitudes, aquellas navidades se identificaban por los copos de nieve vistos detrás del cristal de la cocina, sobre una meseta de azulejos blancos junto a la caldera de agua hirviendo con tapa de latón amarillo, en este ambiente se recibía el nuevo año animados por cantos de villancicos, el parte y las arengas de la Pasionaria a través de radio Pirenaica; pero todo ha cambiado, ahora no reconoces las estaciones y de pronto nos encontramos con un nuevo año lleno de noticias en torno a la gran economía de primas de riesgo y amenazas de rescates, temperaturas veraniegas y dudas sobre las pensiones, por no hablar de los salarios y el paro ¡en fin ! por no tener ya no tenemos ni los discursos de la Pasionaria ni las aventuras de Supermán relatadas tras los anuncios del colacao.
El invierno, a pesar de las temperaturas ha llegado, y lo sabemos porque hasta el ayuntamiento te regala un calendario, lógicamente pagado con fondos públicos, eso siempre ha estado bien, pero a lo mejor... en época de crisis, alguien dirá, ¡eso no es dinero!, pero cuando las compañías de aviones te suprimen hasta los cacahuetes, algo sumaran: ya ha llegado el invierno y los árboles nos enseñan, sin el menor pudor, sus ramas desnudas, como si de una protesta se tratara, estiran sus brazos hacia el cielo, con ademán de coger la luna, quizás para buscar en ella la esperanza que necesitamos; hay que ser optimistas, te dicen, y que mayor optimismo que querer hacerte con la luna; siempre hemos querido la luna y lo bueno es que antes nos la daban porque había que complacernos en todo, aquellas generaciones de los cincuenta estaban obsesionadas con que no pasásemos lo que ellos pasaron, pero, quienes así lograron hasta la luna ahora carecen de trabajo, carecen de ese salario que con una mano te lo daban y con otra te lo quitaban a través del consumo, a esto llamamos estado de bienestar.
Yo me pregunto, ¿ los árboles se han quedado sin hojas o se las ha quitado el gobierno en su afán de recaudar ? Hoy ha bajado la famosa prima de riesgo y ha subido la bolsa y todo porque demócratas y republicanos han llegado a un acuerdo en Estados Unidos, y eso que tiene que ver con la bolsa de la compra de una humilde familia que espera, como agua de mayo un paquete de Cáritas o de la Cruz Roja, porque todos sus miembros están en el paro, y de pronto viene, el político de turno y dice: ¡ hay que ser optimista ! Cuando el se está embolsando una pasta gansa, la verdad es que me suena a provocación. ¿ Recuerdan cuando Zapatero decía que lo de las hipotecas basura de EEUU, no nos afectaba ? ¿ en manos de quienes estamos ?
Ya ha llegado el invierno y con el el nuevo año; hace años esperábamos con ilusión a los Reyes Magos de Oriente, cargados de juguetes y regalos, pero de pronto este año llegan cargados de subidas de la luz, gasolina, teléfono, agua, iva,hipotecas, embargos, ecétera, ecétera y para colmo de males, no importa que te hayas portado mal, no te traerán carbón porque se cierran las minas. Total que empezamos un año que termina en 13, que le vamos a hacer; que sean ustedes muy felices... y a apretarse el cinturón a menos que sean políticos y a prepararse, habrá que volver al mercado tradicional, cuando nos bajemos de la luna.