Las jóvenes eran controladas por la organización aún estando internadas en un centro de acogida para mujeres inmigrantes
La mayoría de las víctimas estaban embarazadas o eran madres de niños de muy corta edad, asegurándose de esta manera su permanencia en el espacio Schengen
Han sido detenidas diecisiete personas e intervenidos equipos informáticos, numerosos terminales telefónicos, diversa documentación de identidad y contratos laborales -varios de ellos falsos-, 3.000 euros en efectivo y efectos para relazar rituales de "vudú"
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal que se dedicaba a introducir en España mujeres nigerianas para su explotación sexual. La mayoría de las víctimas estaban embarazadas o eran madres de niños de corta edad, lo que les aseguraba su permanencia en territorio Schengen. La organización las controlaba en todo momento, incluso cuando, tras ser rescatadas a su llegada en "patera", eran ingresadas en centros de acogida. Han sido detenidas diecisiete personas, dieciséis de nacionalidad nigeriana y otra de Uganda, e intervenidos diversos equipos informáticos, numerosos terminales telefónicos, diversa documentación de identidad y contratos laborales (varios de ellos falsos), 3.000 euros en efectivo y efectos para relazar rituales de "vudú".
Víctimas de trata controladas en todo momento
Las investigaciones comenzaron en enero de este mismo año, cuando la Policía tuvo conocimiento de que un grupo, de unas ocho o diez mujeres de nacionalidad nigeriana, que habían llegado a España en "patera" y se encontraban en el Centro de Acogida de Mujeres Inmigrantes de Utrera (Sevilla). Las jóvenes mantenían frecuentes contactos con varias personas, ajenas al centro, que posteriormente se comprobó que se trataba de miembros de la propia organización que estarían controlando a sus víctimas.
A partir de ese momento se puso en marcha una laboriosa investigación que ha permitido averiguar que este grupo, formado en su mayoría por ciudadanos de origen nigeriano, no se estructuraba de forma piramidal, como es habitual. Se trataba más bien de una red bastante heterogénea de colaboradores, especializados en cada una de las distintas fases desde que comenzaba el proceso en tierras africanas, hasta que eran obligadas a ejercer la prostitución en Europa.
Vudú para doblegar a las mujeres
Para conseguir doblegar la voluntad de las mujeres no dudaban en utilizar todo tipo de métodos, entre los que se encuentran diversos rituales "vudú". También contaban con la colaboración de una de las propias víctimas, que hacía de intermediaria entre las otras mujeres y los responsables de la última fase del proceso, es decir, de su explotación sexual en el ejercicio de la prostitución.
En el transcurso de las investigaciones, los agentes identificaron a miembros de la organización en Barcelona y varias ciudades de su área metropolitana, así como en Sevilla, Castellón, Palma de Mallorca y en las localidades madrileñas de Alcalá de Henares y Móstoles. También se pudo localizar a varias víctimas a las que se ha aplicado el "Protocolo Marco de Protección de las Víctimas de trata de seres humanos", en virtud del cual han sido trasladas a Centros de Acogida para su inmediata asistencia.
Una de estas mujeres llegó a España con su hijo de corta edad, habiendo quedado éste también en un centro de acogida, a disposición de la Fiscalía de Menores, con el fin de que no se pueda producir una eventual situación de desamparo.
En estos casos, la madre siempre va a tener la posibilidad de recuperar plenamente el ejercicio de la guarda inicialmente cedida. Y en el supuesto de que decidiera no ejercer dicho derecho, el menor quedaría bajo la tutela de la Administración.
Detenidos y registros
La operación finalizó con un dispositivo policial en el que de forma simultánea y coordinada se realizaron cuatro registros en domicilios de Badalona, Santa Coloma de Gramanet y Barcelona, así como un establecimiento comercial dedicado a la venta de productos alimenticios de origen africano. Los agentes detuvieron a 17 personas en Barcelona (2), Badalona (6), Santa Coloma de Gramanet (4), Castellón (2), y en las localidades madrileñas de Móstoles (2) y Alcalá de Henares.
Algunos miembros del grupo cometían además robos, hurtos y diversas infracciones administrativas, y además obligaban a sus víctimas a cometerlos. Los efectos sustraídos eran después enviados a Nigeria.
En la operación han participado la Brigada Central de Redes de Inmigración de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, las Brigadas Provinciales de Extranjería de Barcelona, Sevilla, Madrid y Castellón, la Brigada Local de Extranjería de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), el Agregado del Ministerio del Interior español ante la Policía Francesa y la Guardia Urbana de Barcelona.