Campanadas en Sol

Campanadas en Sol

Madrid se prepara para despedir el año 2012 con las campanadas del reloj de la Puerta del Sol y recibir el nuevo año. Como manda la tradición, miles de madrileños y visitantes se reunirán en esta popular plaza para celebrar la transición de un año a otro. Para garantizar que esta fiesta altere lo menos posible el normal funcionamiento de la ciudad, el Ayuntamiento de Madrid ha preparado un dispositivo especial que estará formado por 75 agentes de Policía Municipal, 24 miembros de Samur-Protección civil y 97 operarios de limpieza.

 

Seguridad

La celebración de la fiesta de Fin de Año en la Puerta del Sol contará con la presencia de 75 agentes de Policía Municipal. El operativo de seguridad, en el que participará Policía Municipal y Policía Nacional, se ha acordado en las reuniones de coordinación celebradas entre representantes del Ayuntamiento de Madrid y de la Delegación de Gobierno.

Las medidas consisten en acotar los accesos a la plaza mediante una línea de vallas que permita realizar controles para detectar a aquellas personas que porten objetos que pudieran ser utilizados como elemento de agresión, e incluso botellas o envases de vidrio, si se presume que pudieran servir como arma arrojadiza.

Asimismo se establecerá un control de salidas de la estación de Metro de Sol e Intercambiador de RENFE. Cada una de las salidas contará con un servicio para la realización de controles al público que acceda a la plaza.
 
Igualmente se dispondrá un pasillo de seguridad, mediante acotamiento con vallas, que unirá las calles del Correo y Carretas, para garantizar los movimientos de vehículos y de personas en caso de emergencia. El espacio comprendido entre la línea de vallas y la fachada del edificio de la Comunidad de Madrid quedará libre de público. Los asistentes podrán ocupar el resto de la Puerta del Sol, a excepción de la zona de las fuentes y estatua, que estarán igualmente acotadas con vallas.
 

El Reloj de la Puerta del Sol, el más famoso y popular de España, fue construido en Londres a finales del siglo XIX por el español, afincado en la ciudad inglesa, José Rodriguez Losada (Iruela, León 1797–Londres 1870), quien lo donó a la Villa de Madrid. Fue en 1866 cuando se inauguró en lo alto de la Real Casa de Correos.

El histórico reloj conserva su maquinaria original casi al completo y es revisado cada semana por los relojeros de Casa Losada encargados de su cuidado; en los días previos a las campanadas comprueban a diario su estado y precisión. En este sentido, hay que destacar que el reloj cuenta con una maquinaria fácilmente desmontable y especialmente precisa que origina que únicamente se retrase cuatro segundos al mes.

Esa precisión es en parte debida, en parte, a la presencia de un gran péndulo de tres metros de longitud que tarda dos segundos en realizar su recorrido. Entre las curiosidades del funcionamiento del reloj durante las campanadas destaca que 28 segundos antes de la media noche se produce el descenso de la gran bola que indica que el año está a punto de terminar y que da paso a “los cuartos” que preceden a las doce campanadas.

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