El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas lamenta el impacto negativo que la falta de adecuación de la cuota por derechos pasivos y aportaciones a mutualidades por la paga extra de diciembre ha podido tener en el colectivo de los funcionarios, y comunica que a lo largo del primer trimestre del año que viene subsanará este efecto restituyendo a los funcionarios un importe equivalente a las cotizaciones de la paga extra por estos conceptos que se ha descontado de la nómina de este mes de diciembre.

En un principio, fuentes del Ministerio defendieron la 'legalidad' de la exacción a los funcionarios a los que se detrajo de su sueldo de forma dolosa cantidades importantes por haberes no percibidos. En el frenesí antifuncionarial del ala ultraliberal del Ejecutivo se llegó a justificar el desatino diciendo en medios afines que "era legal".

A eso se suma una congelación salarial y merma constante sobre el IPC a los funcionarios públicos que, desde 1.986 se eleva ya al 20%, la mayor desalarización cometida en Europa a quienes por su propia concepción como garantes de neutralidad --al no poder ser cesados o despedidos al arbitrio caprichoso del gestor político, al que, por contra y garantía ofrecen análisis, estudios, propuestas técnicas razonadas y fundamentadas-- y, sin embargo --vergüenza o rubor-- ahora no sólo se trata de deslegitimar sino se pone y expone como ejemplo de "una administración que no funciona"

La 'coladura' del Ministerio no es casual. Según el sentir generalizado con los que ha hablado AM en una encuesta de urgencia, obedece al mismo criterio en virtud del cual parece que los médicos sean un conjunto de libertinos locuelos que dispensan recetas como si jugasen al poker y encargan analíticas sólo para joder al Estado. Los profesores de la Enseñanza serían un conjunto de bárbaros dedicados a preconizar la salacidad entre las menores sólo para que aborten y, además, se dedican, en todas las materias, a descristianizar a los jóvenes, que les importan una nada y cuya ignorancia supina se ocupan en lograr. En ese mismo sentido, los empresarios y autónomos son seres sospechosos a los que hay que seguir 'apretando', porque todos ellos, como es sabido, manejan camiones de dinero negro que tienen en paraísos fiscales. Y, según esa práctica de criminalizar al pueblo, la gente factura impagados sólo porque su íntima satisfacción es, parcece pensar el Gobierno,  generar IVA no cobrado suficiente para que Hacienda les Hunda la vida.

Cada  vez más, desde un despacho en Madrid se toman medidas macroeconómicas que, sobre el gráfico, aparentan muy bien en la exposición en Moncloa. Pero se está jugando con españoles, con familias, con niños, con ilusiones, con esperanzas, con realidades, con dramas en el día, con tragedias, con muertes en la Sanidad. Y esos cien o doscientos euros que se roban a los ordenanzas, a los auxilares, a los administrativos, a los mediquinos, a los maestros, a los catedráticos, a los guardias, a los bomberos: a la gente que trabaja, son un error, por no decir una puñalada trapera al corazón de España. Bienvenida, pues, la rectificación del Ministerio.