El presidente de FADE afirmó que, a la vista de la situación existente en los mercados financieros, el nuevo marco legal que regula las cajas de ahorro, aprobado en julio pasado por consenso entre los dos partidos mayoritarios, el contexto general de reestructuración y saneamiento en el que se encuentra inmerso el sistema financiero español, y el proceso de fusión virtual que ha sido aprobado por el Banco de España y hasta ahora también por los legítimos órganos de gobierno de la caja asturiana, no parece la opción más aconsejable paralizar un proceso cuyo planteamiento parece correcto.

Añadió el presidente de FADE que, además, la propuesta realizada por Cajastur, cuyos gestores han desarrollado una buena labor en los últimos años, está en sintonía con uno de los objetivos del RDL 11/2010, de 9 de julio: reducir la politización de las cajas de ahorro e incrementar la profesionalización de su gestión. Objetivo que, por otra parte, comparte totalmente.

En ningún caso el presidente de FADE se ha referido a la propuesta realizada por FAC como un intento de "injerencia política" privativa de esta formación política, como ha expresado en el comunicado hecho público esta mañana, sino que ha rechazado las injerencias políticas en la gestión de la entidad, vengan éstas de donde vengan. FADE, como también dijo ayer el presidente en sus declaraciones, no está integrada por políticos, sino por empresarios. Avalados por esta realidad, y desde el máximo respeto a las propuestas que se puedan realizar desde cualquier ámbito político, más si quien las hace tiene el respaldo de 16 escaños en la Junta General del Principado, nos reafirmamos en que las cajas de ahorro en general y la asturiana en particular deberían minimizar, en la medida de lo posible y dentro del marco legal establecido, las injerencias políticas en su gobierno y gestión.

Asimismo, Severino García Vigón traslada a FAC que es perfecto conocedor de la proporcionalidad de las representaciones que componen cada uno de los órganos de gobierno de la caja asturiana. Como también lo es del resto de preceptos regulados en la norma por la que se rige esta institución y que afectan, por ejemplo, a la duración de los cargos en los citados órganos de gobierno.

El presidente de FADE no considera que haya "deslegitimado" a nadie, y mucho menos de forma “infundada”, como afirma FAC en su comunicado. Muy al contrario, ha expresado libremente una opinión institucional de FADE, que también comparte personalmente. Y lo ha hecho con base en fundados argumentos, que sólo el tiempo demostrará si son acertados o no.

En todo caso, lo que FADE ansía es que Cajastur, una entidad emblemática para Asturias, siga siendo útil para los asturianos en general, y para los empresarios de esta región en particular, que es el mejor servicio que puede prestar, especialmente en este momento de escasez financiera. Y pide a los políticos altura de miras para que éste, y no otro, sea su norte en lo que atañe a este tema.