El consejero de Sanidad considera que esta medida conlleva riesgos clínicos porque dificulta el acceso a esta prestación a pacientes oncológicos, enfermos que precisan diálisis o pacientes neurológicos en rehabilitación
- “Afecta a personas con patologías crónicas o con enfermedades que generan más incapacidad y que en muchos casos carecen de recursos económicos”, subraya Faustino Blanco tras asistir a la reunión del Consejo Interterritorial de Salud
El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, manifiesta su oposición clara a la propuesta del Ministerio de Sanidad de imponer un copago al transporte sanitario no urgente al considerar que se trata de una medida que “perjudica a las personas con menos recursos y supone añadir un nuevo impuesto a la enfermedad”. Esta fue una de las medidas más polémicas de las que se debatieron esta tarde en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) y que contaron con el respaldo del Ministerio de Sanidad y de la mayor parte de las Comunidades Autónomas en las que gobierna el PP.
Faustino Blanco expuso en el Pleno del Interterritorial el “firme rechazo de Asturias” a la pretensión del Gobierno de Rajoy de cobrar por el transporte sanitario programado al considerar que los usuarios que utilizan este transporte son habitualmente “los pacientes con patologías crónicas o con enfermedades que generan mucha incapacidad y que a menudo carecen de recursos económicos”.
El representante de Asturias en el Consejo Interterritorial del SNS considera que introducir esta medida conlleva además una serie de riesgos clínicos ya que al tener que pagar por estos servicios se puede dificultar el acceso a esta prestación sanitaria a pacientes oncológicos, enfermos que precisan diálisis, pacientes neurológicos en rehabilitación y otras personas muy incapacitadas o ciudadanos procedentes de zonas rurales poco accesibles, que son además algunos de los perfiles que más utilizan este transporte.
El responsable autonómico opina también que es una medida poco eficaz en términos económicos porque la gestión del procedimiento de cobro en relación al número de casos resulta muy complicada, hasta el punto de que podría llegar a ser totalmente ineficiente.
El consejero de Sanidad propuso la retirada de la medida de copago y la incorporación de nuevos criterios a la comisión de estudio del transporte sanitario no urgente que introduzcan homogeneidad en el ámbito del Sistema Nacional de Salud y racionalidad en el uso de estos servicios.
No al copago en los productos dietoterápicos
El consejero también muestra su desacuerdo con la pretensión del Gobierno de Rajoy de introducir un copago en los productos dietoterápicos para la alimentación de personas que padezcan determinados trastornos metabólicos y congénitos, así como para pacientes que no pueden cubrir sus necesidades nutricionales con alimentos de consumo ordinario debido a su situación clínica. El PP pretende también en este caso que estas personas tengan que afrontar un copago similar al que ya ha impuesto en los productos farmacéuticos.
Faustino Blanco también se muestra muy preocupado por la introducción en esta regulación del copago de la farmacia hospitalaria, asimilando esta prestación hasta ahora gratuita a la que se da en las oficinas de farmacia, lo que supone fijar en una mayoría de casos una duplicidad de copago para los medicamentos que se adquieren en el hospital y en las farmacias.
FOTO: Fotografía de familia del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, presidido por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato.