La responsable vasca de Seguridad expresa su apoyo personal a los agentes directamente afectados por el caso al que se refiere la sentencia, pero lo hace extensivo también al conjunto del colectivo de la Ertzaintza, pues “son muchos los agentes que a lo largo de los años han tenido que soportar públicamente este término despectivo, dirigido directamente a denigrar tanto a las personas como a la institución”.
Al margen de la consideración de si la sentencia de la Audiencia de Araba se ciñe exclusivamente a las peculiaridades de un caso concreto o si, por el contrario, la misma puede tener carácter general, para la Consejera, “la Ertzaintza ha demostrado a lo largo de sus treinta años de historia ser una institución honorable, cuyos integrantes han dado ejemplos sobrados de rectitud y eficacia en el servicio a la ciudadanía, aún en los peores momentos, y que en modo alguno se merecen tener que soportar insultos públicos”. “Además – ha añadido - para que la Ertzaintza pueda realizar su trabajo con las debidas garantías, necesita rodearse de un marco de respeto por parte de la ciudadanía, algo que desde luego no garantizan decisiones judiciales como la presente.”