La consejera de Bienestar Social, Esther Díaz, confía en que la rehabilitación no solo se centre en los edificios, sino que se incluya también la vivienda unifamiliar
- La consejera de Fomento, Belén Fernández, considera necesaria la apuesta por políticas integradas de regeneración y renovación urbana
Madrid.-Las consejeras de Bienestar Social y Vivienda, Esther Díaz, y de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, y la directora general de Vivienda, Ana Rivas, participaron hoy en la Conferencia Sectorial de Vivienda, Urbanismo y Suelo que se celebró en Madrid. En dicha reunión, el Ministerio de Fomento presentó el proyecto de Real Decreto por el que se regula el Plan Estatal de fomento del alquiler de viviendas, la rehabilitación, regeneración y renovación urbanas 2013-2016 y el anteproyecto de Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas.
La consejera de Vivienda valoró positivamente el Plan Estatal, aunque realizó algunas observaciones, “con independencia del trámite de audiencia que termina el 11 de enero y al que remitiremos nuestras consideraciones por escrito”. Entre otras cuestiones, destacó que en el programa de fomento al alquiler existen dos líneas -ayudas al inquilino y ayudas a la construcción de viviendas con destino al alquiler- y, en este sentido, Esther Díaz recordó que “en nuestros planes autonómicos de los últimos años ya se recogían ambas medidas, de esta forma en Asturias se impulsó la construcción de más de 9.000 viviendas destinas al alquiler”.
En lo relativo a la línea de ayuda a nueva construcción para alquiler, el Plan Estatal establece que las viviendas sean destinadas un mínimo de 50 años a este objetivo, “sin que durante ese plazo se puedan vender; por ello hemos planteado que sería conveniente rebajarlo, porque nos parecen muchos años y por tanto, consideramos que no sería una medida eficaz”, matizó Esther Díaz.
Asimismo, la consejera de Vivienda destacó los programas de rehabilitación y regeneración urbana como líneas de trabajo a seguir y manifestó su confianza en que este nuevo Plan Estatal solvente muchos de los problemas de gestión que hasta la fecha se han producido, “con el fin de hacer que esos planes sean más ágiles”.
En este sentido, Díaz añadió que desde el Gobierno de Asturias “esperamos que la rehabilitación no solo se centre en los edificios, sino que se haga referencia a la rehabilitación de vivienda en sí misma, es decir, tanto unifamiliar como unidades de vivienda, para que sirva como herramienta de mejora de su habitabilidad y la adaptación para su accesibilidad. Además, la consejera solicitó que el nuevo Plan “sea flexible para que se puedan adaptar las ayudas al espacio territorial y a las características propias de cada zona, es decir que no se olvide del ámbito rural en la planificación de actuaciones, cuestiones en las que coincidimos con otras comunidades de la cornisa cantábrica”.
También planteó en la reunión la necesidad de buscar salidas para el stock de viviendas, especialmente para las protegidas, tomando medidas alternativas como pueden ser el alquiler con opción a compra o el pago aplazado.
Finalmente, la consejera de Vivienda recordó la necesidad de contar con financiación, ya que en los presupuestos del Estado para 2013 no figura ninguna aportación y “es necesario que los eventuales convenios que se firmen con las comunidades autónomas no solamente fijen objetivos sino que se marquen partidas para cumplir esos objetivos”.
Conceptos trasnochados
Por su parte, la Consejera de Fomento, Belén Fernández, ha señalado que el Gobierno asturiano comparte “la apuesta por la flexibilización y por el impulso de las formas de colaboración público-privada planteadas por el Ministerio siempre que quede muy claro que la política de ciudades ha de ser una política pública, puesto que es la que garantiza una definición de los espacios de desenvolvimiento de la sociedad en los que se tengan en cuenta otra serie de factores garantes de la sostenibilidad”.
Asimismo, Belén Fernández considera necesaria la apuesta por las políticas integradas de regeneración y renovación urbana en las que se superen conceptos trasnochados que entienden esas políticas como una mera suma de rehabilitación más urbanización.
