El tabaquismo, principal factor de riesgo en seis de las ocho primeras causas de muertes, se cobra la vida de 2.500 personas cada año en Asturias
La Consejería de Sanidad ha asumido el compromiso de tratar de conseguir que todos los centros hospitalarios de la región se integren durante el próximo trienio en la Red Global de Centros Sanitarios Libres de Tabaco y se conviertan en centros promotores de salud. La Dirección General de Salud Pública ya ha logrado que se sumen a esta estrategia los hospitales de San Agustín, Universitario Central de Asturias (HUCA), Jarrio, El Carmen y Severo Ochoa, y Monte Naranco.
De acuerdo a este objetivo, este martes tuvo lugar en la sede de la Dirección General un seminario formativo sobre la integración de los Hospitales de Asturias dentro de la Red. El acto contó, entre otros, con la presencia del coordinador en Asturias de la Red de Hospitales Libres de Humo, José Luis Alcázar; el responsable del Plan sobre Drogas para Asturias, José Ramón Hevia; y del director general de Salud Pública, Julio Bruno, que mostró el apoyo de su dirección a esta iniciativa durante su intervención en la presentación de la jornada.
En el seminario, Esteve Fernández, coordinador de la Red Española de Hospitales sin Humo, planteó la estrategia a llevar a cabo para conseguir que un centro sanitario se convierta en un Centro Libre de Humo. Por su parte, José Ramón Hevia, responsable del Plan Sobre Drogas de Asturias, alertó sobre la dimensión del problema del tabaco, que provoca 6,2 millones de muertes al año en el mundo -600.000 de ellas de fumadores pasivos- y alrededor de 2.500 en el Principado de Asturias.
Diferentes estudios han tratado de valorar lo que supone el tabaquismo en un centro hospitalario y se estima que en un hospital en el que trabajen alrededor de 5.000 personas, el coste estimado derivado del consumo de tabaco por los empleados del centro sería de alrededor de 17,5 millones de euros de los que 13,2 corresponden a pérdida de productividad. Frente a ello, el coste de implementar un programa de deshabituación tabáquica entre los profesionales de ese mismo hospital sería de 1,2 millones, mientras que la productividad estimada que se recuperaría con el mismo ascendería a 6,6 millones de euros.
Durante la jornada se repasaron las actividades necesarias para llevar a cabo el proyecto que plantea convertir a todos los centros sanitarios en agentes activos no sólo de la deshabituación tabáquica, sino de la prevención contra su consumo y la promoción de conductas saludables para su erradicación. Junto a ello, se establecieron los pasos que deben realizarse para conseguir que un centro sanitario esté implicado en la lucha contra el tabaquismo, que son:
- Compromiso
- Comunicación
- Educación y Formación
- Identificación de fumadores y apoyo para el abandono
- Control del consumo
- Ambiente
- Lugares de trabajo saludables
- Promoción de la salud
- Seguimiento
- Desarrollo de proyecto
La Dirección General de Salud Pública entiende que sobre los hospitales recaen obligaciones importantes en el esfuerzo por convertirse en hospitales promotores de salud y reducir el consumo de tabaco y sus efectos nocivos para la salud. Entre dichas obligaciones figura no sólo la de ofrecer un ambiente sin humos para proteger a los no fumadores, sino también apoyar activamente a los fumadores en el proceso de dejar el tabaco. Para ello es necesario un compromiso de los pacientes y el personal sanitario.