El Congreso de los Diputados ha autorizado hoy prorrogar la participación de las Fuerzas Armadas españolas en la operación ‘Protector Unificado’ de la OTAN en Libia, hasta que se alcancen los objetivos marcados, al amparo de las Resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La autorización ha sido aprobada por una amplia mayoría de los grupos parlamentarios tras la comparecencia a petición propia de las ministras de Defensa, Carme Chacón, y de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, en la sesión conjunta de las Comisiones de Defensa y de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados.
En su comparecencia, Carme Chacón ha destacado que la participación española en la misión de la Alianza es de una gran relevancia para el avance de las operaciones, tanto para el mantenimiento de la zona de exclusión aérea como para la imposición del embargo naval. Así lo reconoció la pasada semana el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, durante el encuentro mantenido en Madrid con el presidente del Gobierno y las ministras de Asuntos Exteriores y de Defensa.
Para conseguir el establecimiento y mantenimiento de la zona de exclusión aérea, participan 195 aeronaves de 15 países, que han realizado 11.600 salidas en los tres primeros meses de la operación. España aporta cuatro aviones F-18 y dos aviones de reabastecimiento en vuelo, con un total de 108 efectivos.
Los cuatro cazas españoles han llevado a cabo 184 misiones de patrulla aérea y acumulan 805 horas de vuelo, sin que hasta la fecha hayan recibido orden de intervenir contra ningún avión no autorizado. Por su parte, los dos aviones cisterna españoles han realizado 107 misiones, con 584 horas de vuelo, y han suministrado más de 1,77 millones de litros de combustible a las aeronaves de la Alianza.
En cuanto a la misión de embargo naval, la OTAN cuenta con 18 buques de superficie, dos submarinos y cinco aviones de vigilancia marítima, procedentes de 12 países, que han interrogado a 1.400 buques y han inspeccionado 102. España aporta a esta misión la fragata ‘Méndez Núñez’, el submarino ‘Mistral’ (que relevó el 1 de mayo al ‘Tramontana’) y un avión CN-235, con un total de 305 efectivos.
En sus tres meses de misión, la fragata española ha interrogado a 117 buques de interés y ha inspeccionado 19, y el avión de vigilancia marítima ha realizado 36 misiones y 216 horas de vuelo, durante las cuales ha identificado 525 embarcaciones. Asimismo, los submarinos españoles han identificado hasta el momento más de 800 embarcaciones.
Hasta el momento, el coste de la operación para España ha sido de 43 millones de euros, y se estima que la ampliación de la misión supondrá un coste mensual de unos 14,4 millones.
Resultado global positivo
A este respecto, la ministra de Defensa resaltó que los militares españoles están desarrollando una gran labor, asumiendo riesgos para proteger a un pueblo de la barbarie de sus dirigentes. “Ese es el objetivo por el que acudimos a Libia a petición de Naciones Unidas, y también es la razón por la que debemos continuar el esfuerzo”, subrayó.
Según Chacón, el resultado global de la operación es positivo, porque se están cumpliendo los objetivos militares: está asegurada la zona de exclusión aérea, se está respetando el embargo de armas y se ha conseguido aliviar el asedio a la ciudad de Misrata, lo que ha permitido la llegada de la ayuda humanitaria por vía marítima. “Si no fuera por la actuación de la OTAN, estaríamos hablando de miles de muertos más”, añadió.
Por ello, la titular de Defensa señaló que el único camino para resolver la crisis en Libia y conseguir una paz duradera pasa por la política, “pero mientras Gadafi se niegue a dejar el poder –insistió--, es necesario mantener la presión sobre él con todos los medios disponibles, y uno de esos medios es la operación ‘Protector Unificado’”.
No obstante, la ministra volvió a reclamar a la OTAN que evite víctimas civiles, algo que calificó como “intolerable”, y que se extremen todas las precauciones posibles para ello.
Asimismo, Chacón apuntó que la OTAN y sus aliados van a mantener la máxima presión sobre el régimen de Gadafi durante el tiempo que sea necesario, con el fin de ayudar a los libios a decidir su propio futuro en libertad. “Debemos mantener firme nuestro compromiso. Si bajamos la guardia en los cielos; si descuidamos la vigilancia en los mares; o si en tierra no atendemos a la población, estaremos dando un enorme paso atrás”, agregó.
En este sentido, la ministra de Defensa concluyó que la prórroga de la participación española en Libia en ningún caso implica acciones sobre el terreno ni un incremento de tropas, ya que el máximo autorizado de 500 efectivos sigue siendo suficiente para cumplir con los cometidos asignados.