La creación de bases de datos integradas, el diseño de mapas delincuenciales o la integración en la redes sociales son algunos de los avances que las nuevas tecnologías ofrecen a los cuerpos de policía europeos. Los datos se incluyen en el estudio COMPOSITE de la Unión Europea, que pretende analizar los cambios a gran escala que están experimentado todas las policías.
“Es la primera vez que se realiza un proyecto en Europa en el que las fuerzas de policía se abren a los investigadores para indagar en su interior y mejorar sus actuaciones,” declara a SINC Mila Gasco, principal investigadora del proyecto europeo COMPOSITE, liderado desde España por el Instituto de Gobernanza y Dirección Pública de ESADE.
Las primeras conclusiones del estudio, iniciado en 2010, revelan cuáles son las nuevas tendencias de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) dentro de las fuerzas policiales y también, qué beneficios les aportan los avances tecnológicos.
En el caso español, cuyos resultados provienen de los Mossos d’Esquadra, dos de los avances más destacados son la integración de bases de datos y la incorporación en las redes sociales. “Contar con una base de datos es fundamental para la actividad policial, sobre todo en estados como el nuestro donde hay más de una fuerza implicada”, subraya Gasco.
“Algunas fuerzas son reticentes a compartir la información y esto supone un retraso en la eficacia de la actividad policial”, lamenta la investigadora. Por ello, “este avance es muy importante para la seguridad ciudadana”, añade la doctora en Evaluación de Políticas Públicas.
Respecto al uso de las herramientas 2.0, el informe identifica el uso de los medios de comunicación social como un reto central para las policías europeas. Desde hace poco, los mossos disponen de una cuenta en Facebook como canal de información a la ciudadanía.
Sin embargo, según la experta, “el uso de las redes sociales es muy desigual entre los cuerpos policiales de Europa”. En el Reino Unido, por ejemplo, “el uso es muy intenso y la relación con el ciudadano más estrecha que en el entorno mediterráneo, incluso se le pide que colabore en la identificación de crímenes”, compara Gasco. “Aquí todavía falta mucho para ello”, añade.
El diseño de mapas delincuenciales es otro de los beneficios adoptados por los cuerpos de policía. Esta aplicación permitirá analizar en qué entornos se producen más delitos para hacer una mejor previsión y distribución de las dotaciones policiales.
Base de datos compartida
El estudio europeo COMPOSITE engloba 26 cuerpos policiales (entre ellos, los Mossos d’Esquadra y la policía municipal de Madrid) de diez países europeos. Para el primer informe, se han realizado entrevistas a especialistas en TIC de las distintas fuerzas y a representantes de 20 proveedores de soluciones TIC para la policía.
El objetivo final del estudio, que se desarrollará durante cuatro años más, es crear una base de datos compartida (European Police Monitor) “para que las fuerzas policiales europeas puedan intercambiar datos y buenas prácticas”, apunta Gasco.