(NASA).-Cada año, a mediados de diciembre, los astrónomos miran hacia el cielo y presencian un misterio, el cual se anuncia con una ráfaga de estrellas fugaces. Durante varias noches seguidas, de decenas a cientos de meteoros por hora atraviesan las brillantes constelaciones de invierno. Cada una de ellas es un pequeño acertijo que espera ser resuelto.
"Se trata de la lluvia de meteoros Gemínidas, que alcanzará su punto máximo los días 13 y 14", dice Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides (Meteoroid Environment Office, en idioma inglés), de la NASA. "A pesar de que las Gemínidas nos visitan cada año, todavía no las entendemos por completo".
Los cometas de hielo producen la mayoría de las lluvias de meteoros. Estos cometas arrojan chorros de meteoroides cuando los calienta la luz solar. Pero las Gemínidas son distintas. Su origen no es un cometa sino un objeto extraño llamado 3200 Faetón (Phaethon, en idioma inglés).
Cuando 3200 Faetón fue descubierto, en 1983, por el satélite IRAS (Infrared Astronomical Satellite o Satélite Astronómico Infrarrojo, en idioma español), de la NASA, los astrónomos rápidamente se dieron cuenta de que habían encontrado la fuente de las Gemínidas. La órbita de 3200 Faetón coincidía en gran medida con la de la corriente de escombros de las Gemínidas; de modo que no había otra conclusión posible. Pero aquí había un nuevo enigma: todo lo que está relacionado con 3200 Faetón sugiere que se trata de un asteroide.
De hecho, 3200 Faetón es tan parecido al asteroide Pallas, ubicado en el cinturón principal de asteroides, que bien podría ser un pedazo de 5 kilómetros que se desprendió de Pallas, el cual es un bloque que mide 544 kilómetros. "Si 3200 Faetón se desprendió del asteroide Pallas, como creen algunos investigadores, entonces los meteoroides de las Gemínidas podrían ser escombros que fueron dejados atrás por el evento de desprendimiento", especula Cooke.
Sin embargo, hay otra posibilidad: quizá 3200 Faetón es un "cometa rocoso".
Un "cometa rocoso" es un nuevo tipo de objeto sobre el cual están debatiendo algunos astrónomos. Este es, esencialmente, un asteroide que se acerca mucho al Sol; se acerca tanto que el calor solar quema escombros polvorientos directamente de su superficie rocosa. Los cometas rocosos podrían así desarrollar colas de cometa compuestas de escombros que producen lluvias de meteoros en la Tierra.
¿Esta podría ser la respuesta?
Para poner a prueba la hipótesis, los investigadores utilizaron las naves espaciales gemelas STEREO (acrónimo en idioma inglés de: Solar Terrestrial Relations Observatory u Observatorio de las Relaciones Terrestres y Solares, en idioma español), de la NASA, las cuales están diseñadas para estudiar la actividad solar. En junio de 2009, STEREO observó a 3200 Faetón cuando pasaba a una distancia de tan sólo 15 diámetros solares de la superficie del Sol. Lo que ocurrió entonces sorprendió a los científicos planetarios de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles, en idioma español) David Jewitt y Jing Li, quienes analizaron los datos.
"El brillo de 3200 Faetón de pronto aumentó al doble", escribieron. "La explicación más plausible es que Faetón haya eyectado polvo, quizás como consecuencia de un resquebrajamiento de la roca en la superficie (a través la fractura térmica y de la descomposición por agrietamiento de minerales hidratados) ante el intenso calor del Sol".
De modo que, de acuerdo con las observaciones llevadas a cabo por STEREO, 3200 Faetón se comporta como un cometa rocoso.
La hipótesis del "cometa rocoso" de Jewitt y Li es atractiva. Sin embargo, estos investigadores indican que tiene un problema: la cantidad de polvo eyectada por 3200 Faetón en su encuentro con el Sol, en el año 2009, agregó apenas un 0,01% a la masa de la corriente de escombros de las Gemínidas, lo cual no es suficiente como para mantener dicha corriente de escombros abastecida con meteoroides para que se produzca la exhibición anual de estrellas fugaces. Entonces, 3200 Faetón no está arrojando polvo suficiente como para que esto pueda explicar las Gemínidas.
¿El cometa rocoso podría haber estado más activo en el pasado? "Simplemente no lo sabemos", dice Cooke.
Los pronosticadores esperan que las tasas de meteoros Gemínidas alcancen el orden de 100 por hora en el máximo de la lluvia, durante las noches sin Luna del 13 y 14 de diciembre de 2012. Cooke invita a los observadores del cielo a salir, mirar hacia arriba y saborear el misterio.