- Ana González considera que la reforma promueve la creación de centros educativos de primera y de segunda
Asturias.-La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Ana González, considera que el borrador del anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) elaborado por el Gobierno de Mariano Rajoy persigue privatizar el sistema educativo.
“El Partido Popular ya ha iniciado la privatización de la sanidad y ahora se propone privatizar la educación, no sólo por la mercantilización, que queda reflejada en el texto, sino porque van a ser los propios centros los que seleccionen al alumnado”, ha explicado la titular de Educación.
González ha apuntado que el borrador del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte incluye la nota del alumnado como uno de los indicadores que pueden tener en cuenta los centros para elegir a los estudiantes. “Esto crea colegios de primera y de segunda y condena a una parte muy importante de la población a acudir a centros que van a nacer con serias dificultades para desarrollar su programa educativo”, ha subrayado.
Además, la consejera sostiene que la reforma educativa que promueve el Gobierno central supone una vuelta al pasado y busca la exclusión. “El sistema educativo que se ha venido desarrollando en España desde los años 80 perseguía fundamentalmente la inclusión. Sin embargo, con el último texto que nos han presentado se ve claramente que la idea es la exclusión, ir apartando al alumnado de los tramos educativos para imponer una educación jerarquizada”, ha añadido.
Asimismo, ha criticado la desestructuración que el documento acarreará sobre el sistema educativo, ya que generará diferencias de contenidos entre comunidades y entre los propios centros educativos dentro de una misma autonomía. Desde su punto de vista, el Ejecutivo central establece “un curriculum mucho más complejo, que imposibilita la organización” y crea así una oferta “diferenciada, pero desde la perspectiva negativa”.
Por otra parte, González cree que la introducción de reválidas y de exámenes en las diferentes etapas educativas mermará la autoridad del profesorado, al que se le restan competencias para determinar si el alumnado ha adquirido las habilidades, los conocimientos y las competencias necesarias para obtener un título.
La consejera lamenta, además, que el borrador del decreto propicie que algunas materias desaparezcan o queden seriamente reducidas, así como que se prejuzge de antemano el valor de ciertas asignaturas como la música, la filosofía o la tecnología, un hecho que la consejera encuentra “muy difícil de justificar”.
En el mismo sentido, ha precisado que el documento supone una vuelta atrás en el planteamiento sobre la asignatura de Religión, que recupera su carácter curricular. “En un Estado aconfesional, en el que existe la libertad religiosa, convertimos en obligatoria esta materia en detrimento de valores éticos y ciudadanos, que son los que el sistema educativo debería garantizar para todo el mundo, porque nuestra obligación es educar en ciudadanía”, ha precisado.
Asimismo, la titular de Educación ha condenado que los consejos escolares pierdan su capacidad de decisión, con lo que “desaparece la idea de participación de las familias”.