Luis Bañares ha valorado sobre todo el peso que tendrá Salamanca cuando en 2013 cuente con el láser de petavatio. “Es un salto importantísimo en el sentido de que este centro va a encontrarse entre los más importantes del mundo en este tipo de tecnologías y, evidentemente, esto atraerá a un gran número de investigadores a nivel nacional e internacional para realizar experiencias únicas que sólo son posibles cuando se dispone de una fuente láser de tan alta potencia”, ha comentado el experto en declaraciones a DiCYT.
Al igual que el CLPU es uno de los servicios de NUCLEUS, la Plataforma de Apoyo a la Investigación de la Universidad de Salamanca, también el Centro de Láseres Ultrarrápidos de la Universidad Complutense de Madrid “se enmarca dentro de los centros de asistencia a la investigación de la universidad”, ha señalado Luis Bañares, servicio que en este caso es del máximo interés para los investigadores relacionados con los láseres ultrarrápidos y sus aplicaciones.
“Tenemos muchas cosas en común con el CLPU y vamos a firmar un convenio de colaboración para compartir usuarios, personal y otras iniciativas que nos permitirán mantener una colaboración activa”, asegura. En este sentido, el especialista recordó que el CLPU no sólo consiste en el láser de petavatio que estrenará aproximadamente en un año, sino que “dispone de una serie de láseres equivalentes a los que tenemos en Madrid, así que podemos compartir usuarios y ofrecer servicios y experimentos complementarios”.
Tanto el centro madrileño como el salmantino cuentan con usuarios de la universidad, de otros centros de investigación y de empresas. Los sectores de interés con muy variados, desde el aeronáutico al químico, pasando por las telecomunicaciones. Sin embargo, las empresas que innovan en el campo de los materiales pueden estar entre las más interesadas: “El láser permite hacer microfabricación, así que hay mucho interés en industrias de base tecnológica, el láser puede aportar novedades para generar nuevos materiales”, afirma.