MIGUEL MARTÍNEZ
OVIEDO
Dicen que Antena 3 y Mediapro ya ha iniciado las conversaciones para renovar el contrato de televisión con la F-1 que concluye a finales de 2013. Dicen que la cadena no quiere pagar los alrededor de 45 millones por temporada que figuran en el actual contrato y le han hablado a la FOM de cantidades mucho más bajas, sabiendo que las situación económica es distinta, que la publicidad ha bajado un 50% desde que se firmó el último contrato, y que la F-1 no encontrará muchas cadenas interesadas en España a esos precios. Y también dicen, que la FOM, o sea Bernie Ecclestone, en esas primera conversación les ha dicho que no está dispuesto a bajar el precio, solo a ofrecer más y mejor cobertura por el mismo precio, entre otras cosas, la posibilidad de que cada telespectador pueda elegir su propia realización con las cámaras onboard, como hacía Canal Plus en 2001 en España, o como hace Sky en Gran Bretaña. Fue precisamente un telespectador de la cadena de pago británica quien “pinchó” en su televisión la cámara subjetiva de Vettel durante la remontada en el Gran Premio de Brasil, y quien denunció a través de las redes sociales que, a su entender y viendo las imágenes, Vettel había adelantado con banderas amarillas a Jean Eric Vergné.
La propia cadena se hizo eco del asunto nada más concluir el gran premio en Sao Paulo, pero ni los comisarios de la carrera, ni Ferrari, actuaron de forma alguna en aquel momento. Fue una vez más, Red Bull, el equipo que unas vueltas después del accidente de Vettel, ya tenía en el muro una fotomural de alta definición con todos los daños en los escapes, quien maniobró antes. Desde luego era posible que Vettel, en su rueda de adelantamientos (remontó dos veces, uno desde la vigésima a la quinta plaza, y otra de la décima a la séptima) hubiera estado muy justo entre las banderas que alertaban de los muchos incidentes y coches fuera de carrera en la tumultuosa carrera sobre la lluvia. La entrada del coche de seguridad a dos vueltas de final, compactó todos los coches, de forma que si Vettel era sancionado con 20 segundos a final de carrera, perdería muchas más posiciones de lo normal. Por eso, el propio Jean Eric Vergne, del filial de Red Bull, Toro Rosso, se separó inusualmente del coche que le precedía, Michael Schumacher. Necesitaba estar a más de 20 segundos de Vettel, que iba por delante de Schumacher, de forma que si era sancionado con 20 segundos, cayera solo a la séptima posición que le daba el título, pero cruzó la meta a 19,2 segundos de Vettel.
Así que la posibilidad de que Vettel perdiera el título por adelantar con bandera amarilla (sería octavo y Alonso campeón por un punto) disparó la actividad en las redes sociales. Millones de twitters hacían referencia a los vídeos onboard en el coche de Vettel. Pero en esas capturas para youtube o móviles no tenían la definición suficiente para ver a un comisario en su caseta ondeando una bandera verde que prevalecía sobre las luces intermitentes amarillas que lucían cuando Vettel adelantaba a Vergne en la vuelta 4. Ferrari y la FIA sí tenían, desde luego esas imágenes en HD. Por lo tanto sabían que no había lugar a la reclamación, a la que por otra parte tenían derecho en un plazo que conluye hoy viernes. “Ferrari no hará ninguna reclamación”, dijo tajante el director de comunicación de Ferrari F-1, Luca Colajanni el martes.
Pero los aficionados de mediomundo seguían sin ver en youtube al comisario ondeando la bandera verde, o simplemente, desconocían el reglamento. Y en las redes sociales clamaban contra la inacción de Ferrari ante los que creían una ilegalidad de Vettel y la posibilidad de que el título recayera en quien más se lo mereció, Fernando Alonso. Tanto fue así, que Ferrari se plegó ayer a tanta petición. “Hemos escrito una carta a la FIA para pedir una “aclaración sobre el adelantamiento de Sebastian Vettel a Jean Eric Vergne en la vuelta cuatro del GP de Brasil”. Así lo colgó en su cuenta de twitter, signo inequívoco de que la carta iba dirigida a la FIA, sí, pero lo más importante era el destino verdadero: la comunidad ferrarista en twitter.
“La aclaración” es una figura que en F-1 se utiliza bastante y que evita el farragoso y a veces poco honorable proceso de reclamación y apelación. Antes de hacer un pliego de reclamaciones contra un equipo o un piloto, el equipo damnificado pregunta la opinión de la FIA al respecto, más o menos que la FIA adelante si la reclamación tendrá o no éxito. Se hace así durante todo el año sobre piezas o soluciones técnicas vistas en otros equipos, y muy pocas veces, sobre comportamientos de pilotos, como es el caso.
Y la respuesta de la FIA no se hizo esperar, porque no había nada que cambiara lo que ya habían visto el domingo, el lunes y el martes, no cambiaba en nada lo que ya habían hablado con Ferrari, no cambiaba en nada lo que Ferrari, ya sabía. La contestación fue tajante: “No hay caso” . En realidad nunca lo hubo, solo en las redes sociales.