Agentes de la Policía Nacional han intervenido cerca de 2.200 mantones falsificados que se encontraban almacenados en dos almacenes de dos polígonos industriales de Sevilla y preparados para su distribución y venta al por mayor. Los policías han detenido a X.L.L., de 42 años y a H. Z., de 29, ambos ciudadanos de nacionalidad china, por copiar una patente registrada sin la debida autorización de la empresa titular y por la comercialización de productos falsificados.
La denuncia del fabricante inició la operación
La operación para la localización de los mantones falsificados se inició con la denuncia del representante de la empresa fabricante de los mismos, cuyos modelos habían sido copiados, al percatarse de la existencia de réplicas de sus productos que se estaban comercializando induciendo a error a los consumidores sobre su autenticidad.
Durante el desarrollo de la investigación, se localizaron dos locales situados en los polígonos industriales Store y Carretera Amarilla donde se almacenaban mantones similares a los que la empresa perjudicada comercializaba.
Tras la obtención de la correspondiente orden de entrada y registro en los locales, los agentes intervinieron un total de 2.122 mantones cuya patente registrada por la OAMI – que permite su reconocimiento en los 27 países de la UE – había sido copiada, como así testificó tanto el responsable de la empresa afectada como el perito judicial designado por el juzgado para confirmar la falsedad de esos productos.
Ambos locales, pertenecientes a la misma empresa, fueron precintados y con ellos intervenidos 997 mantones en el situado en el Polígono Industrial Store, y unos 1.125 en el localizado en el Polígono de Carretera Amarilla.
Igualmente, los dos encargados de los locales de la empresa que realizaba las copias fraudulentas, ambos de nacionalidad china y residentes legales en España, fueron detenidos por un delito contra la Propiedad Industrial y puestos a disposición de la Autoridad Judicial.
Modus operandi
Los arrestados realizaban compras de los productos auténticos para remitirlos a países como China o India donde se realizaban las copias que posteriormente eran importadas para su venta a otros países donde estos productos eran conocidos por los consumidores, aprovechando de esta forma el beneficio económico que generan los derechos sin pedir la correspondiente autorización a los titulares de los mismos.
Con el proceder de estas prácticas por este tipo de organizaciones, el perjuicio causado a las empresas afectadas trasciende en una disminución de ventas, un deterioro de la imagen y una influencia negativa en su relación con clientes, distribuidores y licenciatarios.